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Su hijo, Julian Lennon, publicó un mensaje en su página web en el que señaló que se mantuvo junto a su cama hasta el último momento y pide “respeto a la privacidad” de la familia.
John y Cynthia se casaron el 23 de agosto de 1962 en Liverpool, en una ceremonia a la que asistieron los otros tres componentes de los Beatles –Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr–, y se convirtieron en padres en abril de 1963 con el nacimiento de Julian. Ambos se habían conocido en una escuela de arte en 1957.
Cynthia fue testigo del ascenso de la banda hasta 1968, cuando se divorció de Lennon, que por entonces ya había conocido a Yoko Ono, con quien formaría una nueva pareja. Durante los primeros años de éxito del grupo, John evitó dar publicidad a su matrimonio, hasta el punto de que gran parte de sus fans desconocían que estaba casado y tenía un hijo.
Tras un convulso proceso judicial de divorcio, el matrimonio llegó a un acuerdo por el cual el músico se comprometió a pagar 100.000 libras de la época a Cynthia y le cedió la custodia de Julian.
Según documentos de ese proceso que salieron a la luz este año, la defensa de Cynthia presentó al músico como un hombre con cambios de humor repentinos, que reprendía con agresividad a su hijo y abusaba de las drogas.
En una entrevista en 2009, en ocasión de una exposición en Liverpool con sus fotografías y correspondencia, la antigua esposa de Lennon afirmó a la BBC que ni ella ni su hijo guardaban “acritud contra nadie”. “¿Cómo era la personalidad de John? No era alguien con quien quisieras enfrentarte, por decirlo de ese modo. Le amabas o le odiabas, y sigue siendo así ahora, aunque no esté aquí”, expresó. “Nunca denigraría a ninguno (de los Beatles), de verdad, porque creo que su talento era sencillamente mágico. Durará para siempre”, dijo en aquella ocasión Cynthia.