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El concierto se inició con “Suspicious Love”. El vocalista Marcus Meyn saltaba y bailaba con todas las pilas, mientras que el público coreaba y aplaudía. Mucha química se estableció entre el público y los músicos. Cuando apareció el coro “ole ole ole camu flage”, la sorpresa y la alegría en los rostros de los músicos era palpable.
La banda desgranó unas 20 canciones, entre las que destacamos “We are lover”, la balada “Heaven”, el infaltable “The great commandment”, “Love is a shield”, “Me and you”, “Shine” y el cierre con ese canto a la humanidad que es “On Islands”, con la participación de la locutora Aldana Meza diciendo las palabras que dice un niño en la grabación original.
Debía ser el cierre, pero ante la exigencia del público cantaron, solo con el acompañamiento de pandereta y guitarra acústica, “Stranger‘s thoughts”. Quedó en el tintero “One fine day”, muy solicitado por la concurrencia, pero que no formaba parte de esta gira.
El show tuvo una extensión de dos horas, en la que el grupo recorrió su carrera de más de 25 años. Toda una sorpresa, con el entusiasmo del público presente y la respuesta del grupo. Tal vez el show merecería un espacio mayor, que pueda albergar a más público. Aunque, las condiciones del lugar posibilitaban esa gran conexión entre la banda y la gente.
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