Maquiavelo influyó en grandes personalidades

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Nicolás Maquiavelo es quizá el pensador político más influyente en toda la historia, aunque a escala popular es bastante mal conocido porque mucha gente repite conceptos que se le atribuyen sin que se hubieran tomado la molestia de corroborar en la fuente genuina, que es su obra, si eso era así como lo habían escuchado.

Uno de sus admiradores fue nada menos que Napoleón Bonaparte.   

Ahora, la Colección Líderes del Pensamiento Universal, de la Editorial El Lector, pone al alcance del público paraguayo el libro fundamental de Maquiavelo, "El príncipe", editado por primera vez en el Paraguay, para que todos tengan la oportunidad de conocerlo realmente y saber cómo pensaba y por qué pensaba lo que pensaba este genial escritor florentino.   

"El príncipe" aparecerá el próximo domingo con el ejemplar de ABC Color en una edición especial, un formato muy bien impreso, con diseño de Celeste Prieto y a un precio sumamente accesible: 20.000 guaraníes el libro más el diario.   

De acuerdo con todos los estudiosos de su obra y de su pensamiento, con Maquiavelo nace la concepción de Estado.

Reflexionar sobre el Estado y la política es un reflexionar sobre el poder que es el germen del Estado moderno y el lugar donde la ética se separa de la política. Detalle a tener en cuenta.   

La obra "El Príncipe" indaga, analiza y despliega una serie de consejos acerca de la función y naturaleza del Estado. El papel de la violencia y el valor del consenso. El bien común y su consecución. La relación existente entre el conflicto, el orden y la libertad. La posibilidad de que la ciencia política prevenga y ayude a los gobernantes a esbozar y poner en práctica la mejor forma de gobierno.   

El "deber ser" de la Edad Media sujetaba la política a los designios de la religión. Con Maquiavelo, hombre del Renacimiento capaz de construir su propio destino y definir sus objetivos, prima el mundo de la verdad efectiva, el mundo real, tal cual nos es revelado por la experiencia.   

Si la política para Aristóteles era el arte del buen gobernar, el horizonte prescriptivo de lo deseado, concepción que, luego, atraviesa toda la Edad Media y que entra en crisis cuando comienza la sociedad moderna y todo el pensamiento anterior (y también, y sobre todo, el moderno) se manifiestan como un imposible.   

El poder y su conservación

Para Maquiavelo, el príncipe debe conseguir el poder y conservarlo sin importarle la sociedad ni los métodos utilizados para hacerlo. Es un Estado confrontado con la idea de lo social, un Estado-príncipe que hace lo mejor para conservar el poder.   

Esta nueva articulación del príncipe-Estado-poder instaura y define el continente de la ciencia política moderna.

El recorte que realiza Maquiavelo inaugura lo que tres siglos después sería la teoría de los campos.

Instaura, visualiza, prevé el campo de la acción social. Recorta lo político en su autonomía, que es lo que arma, lo que da la idea de lo social, refiriéndonos en este sentido a aquello que los hombres hacen.   

Varias preguntas plantea la obra de Maquiavelo, a saber:  

1. ¿Cómo se conserva el poder a través de lo que los hombres hacen?  

2. ¿Cómo a través del poder se construye la sociedad?  

3. ¿Son estas las mismas preguntas que se repiten hoy?   

4. ¿El príncipe de Maquiavelo hacía posible, construía esa sociedad a través del poder, de la coerción?   

5. ¿Cómo era, en las postrimerías de la Edad Media, ese otro hombre, no el príncipe, sino el otro, que "dejó que el príncipe fuera"?   

6. ¿Piensa el poder o solo lo soporta? ¿Reconoce, comprende la confrontación planteada entre lo social y el poder?   

7. ¿Es el hombre-príncipe de Maquiavelo, en aquella sociedad escindida de la articulación estado y poder, el que se perfila en el hombre actual que intenta detentar el poder.
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