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Un show con mucha energía, bien rockera, con muchos temas de los años setenta, cuando Elton John irrumpió en la escena subido a la ola del glam rock.
El pianista hizo un despliegue de versatilidad musical. Podría extraer sonidos machacantes, inspirados en la sólida tradición del blues e incluso del honky tonk, así como crear momentos de mucho lirismo en baladas que son caras al afecto del público. Pero no solo el blues estuvo presente en su show, sino también la rica tradición pianística impresionista.
Algunas canciones tenían un colchón sintetizado, aunque no parecían necesarios. Con maestría llenaba todos los huecos con acordes impensables.
Su piano no es completamente acústico. Tiene un dispositivo MIDI que le permite lograr sonoridades diferentes. En “Daniel” y otras canciones más su Yamaha sonaba como aquellos pianos eléctricos de los setenta.
También es destacable la calidad vocal de Elton, quien tiene la voz más grave, pero que conserva una calidad vocal envidiable.
Más de cuatro mil personas disfrutaron del concierto. En un momento del espectáculo, Elton John dijo que la próxima vez volvería con toda su banda. Esperemos que así sea y con precios más accesibles para que más personas puedan verlo.
sferreira@abc.com.py