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Aquella primera película no estaba bien resuelta en los efectos 3D, ya que fueron hechos a posteriori de la finalización de la película. Pero en esta segunda entrega se han resarcido con efectos que gustará a griegos y troyanos.
En la nueva película, Perseo trata de vivir una vida tranquila junto con su hijo Helios. Pero su padre Zeus le pedirá ayuda para enfrentarse a Hades y Ares que han resuelto librar a Cronos de su prisión, lo que causará el retorno del caos y la destrucción del mundo de los humanos.
Uno sabe, más o menos, por dónde irá la historia. No hay mucho misterio. Pero la forma del relato es interesante en este caso, con unos efectos muy buenos que encantarán a todas las generaciones, desde los fascinados por las películas de “Transformers”, como también los que gustan de los efectos de décadas pasadas. La primera película estaba basada en “Clash of the Titans” (1981), de Desmond Davis, cuyos efectos estuvieron a cargo del genio Ray Harryhausen, el cual haría en esa película su último trabajo. Esta nueva película tiene momentos muy interesantes, como la lucha con los cíclopes, el paso por el laberinto y la aparición final de Cronos como un gigantesco monstruo humanoide hecho de lava y fuego.
Lo que falta a la película es solucionar algunos puntos en su guión, que uno hasta llega a perdonar. Es Semana Santa, hay que reflexionar y saber perdonar. Ante tan buenos efectos, qué importa algún diálogo colgado o la falta de más explicación en una escena.
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