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La situación económica del Paraguay en aquel tiempo fue factor fundamental para que se desencadenaran los hechos y se expandiera la rebelión, según nos narra Caballero Campos en su libro.
Al fracasar en su objetivo de encontrar minas de oro y plata en el Paraguay, los colonos españoles se dedicaron a la producción agrícola.
En el Paraguay solo existía una economía de subsistencia, y no había posibilidad de progreso sin circulación de moneda metálica, por lo cual nadie podía ahorrar. Además, los productos que se importaban de España eran de mala calidad y carísimos.
Los productores del rubro más rentable, la yerba mate, tenían la dura competencia de los jesuitas, que tenían mano de obra gratuita en los indígenas.
Según Efraím Cardozo, “La aparición de los jesuitas en el mercado de la yerba fue un golpe más que se descargó sobre la ya abatida provincia civil del Paraguay. Los jesuitas no pagaban sisas, alcabalas ni arbitrios; para ellos no hubo puerto preciso; la mano de obra era gratuita, lo mismo que el flete”.
Para el historiador Hipólito Sánchez Quell, la decadencia económica fue consecuencia de “... la división de la provincia al comenzar el siglo XVII, con la consiguiente pérdida del litoral atlántico; las incesantes luchas contra los terribles guaicurúes al oeste y los arteros bandeirantes al este; el apoderamiento de las riquezas básicas del Paraguay realizado por los jesuitas; los gobernadorcillos mediocres, venales o indolentes...”.
Ante tan dramática situación, era muy difícil que algún funcionario, ni siquiera los obispos, tuvieran intenciones de asumir sus cargos en el Paraguay, y si llegaban, buscaban lo más pronto posible salir de ella.
Otro de los factores que incidieron en la pobreza del Paraguay y de sus habitantes, fue el llamado Puerto Preciso, un sistema de recaudación de recursos a los que fueron sometidos los productos exportados por el Paraguay. Dicho sistema fue constantemente denunciado por la Provincia del Paraguay, pero el mismo fue levantado recién en 1778 con el Régimen de Libre Comercio.
El Puerto Preciso comenzó en “... 1664 cuando el gobernador de Buenos Aires Martínez Salazar propuso gravar la yerba paraguaya a fin de arbitrar recursos para fortificar la ciudad amenazada por los piratas ingleses”. Los arbitrios eran gravámenes destinados a financiar y mantener las edificaciones militares en Buenos Aires y una tropa de 200 soldados en Santa Fe para que luchen contra las invasiones indígenas de su región. Está situación hacía que los paraguayos financiasen con sus impuestos la defensa de las provincias.