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Espínola dice que en este libro hay tres ejes temáticos, unidos en una armonía interna. Primero, los lazos familiares y el paso del tiempo; luego, Dios y la fuerza creadora, y, finalmente, la poesía y su potencial de sanación.
“Estos poemas fueron escritos en varios años. Son como reflexiones de mi vida personal. La poesía actúa como bálsamo, porque el trabajo poético es diferente de otras expresiones literarias. La poesía está despojada de referencias territoriales y cronológicas. Se alimenta de sí misma”, dice Lourdes Espínola.
En su manera de trabajar, Lourdes dijo que decanta mucho, no corrige tanto, más bien tira mucho: “Algunas veces conservo una metáfora o un verso que resume toda la esencia que quiero expresar y vuelvo a trabajarlo en otro poema”.
Espínola recuerda en algunos poemas a sus padres fallecidos. Su madre era la poetisa Elsa Wiezell, fallecida en 2014.
“Tenía una relación muy cercana con mi madre, pero nunca le mostré un poema antes de ser publicado. Su poesía era tan propia y yo no quería que influyera en mi manera de escribir. No muestro mis poemas a nadie. Es una forma de trabajar que tengo, hasta el cierre”.
El editor, Luis Rafael Hernández, por su parte, dijo acerca de Lourdes que tiene una poesía límpida, coloquial, que tiene mucho que decir al público de hoy. “Es un tesoro para degustar la palabra, la emoción y la idea”.
Verbum tiene una amplia colección. Ha publicado “El aparente fin de todas las cosas”, de Jacobo Rauskin.