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El Teatro Municipal lleno de público fue el escenario oportuno para el homenaje póstumo en honor al músico y compositor Alejandro Cubilla.
La emotiva ceremonia se inició con un video que mostraba a Alejandro ejecutando el saxo, en la Navidad pasada, y fragmentos de una última entrevista concedida.
La Banda Folclórica Municipal ingresó luego entre la platea, para sumergir a todos en un ambiente de fiesta popular y unirse luego en escena al Ballet Folclórico Municipal. Juntos, entregaron el cuadro de proyección folclórica “El tropero”, que se llevó largos aplausos, especialmente con el cierre que dieron a esta parte con la danza de la botella.
Luego, como en sublime ritual, los tres saxofones que pertenecían a Alejandro Cubilla se mostraron en escena, y después tres integrantes del Paraguay Sax Club fueron tomando los instrumentos, mientras ejecutaban “Tiempo tormentoso”. Ahora estos seguirán sonando en manos de los jóvenes músicos.
El conjunto completo ingresó seguidamente y, bajo la dirección de Luis Vera Resquín, ofrecieron “Soy de la Chacarita”, con la voz de Reinaldo Arzamendia, y “Nde causaité”, cantado por Inocencio Cubilla, hermano de Alejandro.
Para “Tekorei”, “Ñahatî jeroky” y “Karai Agripino”, se sumó el ballet Tekove, de Gladys, hija de Alejandro, hoy dirigido por Verónica Rotela, nieta del músico. Bailarines de diferentes edades, coloridos trajes típicos y elementos como sombreros y ñandutíes fueron parte de la alegre variedad que presentó el espectáculo.
En otro momento dieron sus palabras los hijos, Gladys y Nimio, quienes recordaron a su padre como luchador incansable, hombre sencillo y solidario, además de gran músico. Asimismo, dieron gracias al Paraguay Sax Club porque seguirá llevando en alto el nombre de Alejandro.
“RI 20 Akã Juasa” y “Mainumby jeroky”, con todos los artistas en escena, dio cierre a una noche singular en la que Alejandro, hecho música, recorrió cada rincón del Teatro Municipal.