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“Fue una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. Aprendimos demasiado, de los actores, de nosotros mismos como codirectores, del crew (equipo técnico). Fue un equipo ideal y prácticamente fuimos unos guías nada más”, expresó Salomón, en una pausa en medio de la última jornada, que se desarrolló en una vivienda de barrio Obrero.
Scappini destacó esta gran experiencia que les brinda el cine, al tiempo de mencionar que todo este trabajo les permitió reafirmarse como directores y entender mejor algunos conceptos, agregando que consiguieron más tomas de lo previsto.
Un equipo de aproximadamente 70 personas formó parte de esta película, producida por Hei Films y Arco Libre, que se filmó en Asunción, Tobatí y Atyrá, entre otras ciudades.
“Estamos contentos con el material realizado y con todo lo que se logró. No fue una coincidencia, esto es gracias a un trabajo previo que tuvimos como directores en preproducción de pensar el concepto, bajar a story board, reunirnos”, acotó Pietro.
Los directores coincidieron en que el clima fue uno de los principales desafíos al momento de realizar este rodaje, subrayando la inestabilidad que se tiene a lo largo de un día y el intenso calor.
Los realizadores subrayaron además la experiencia de filmar con actores extranjeros como el chileno Gonzalo Vivanco y la argentina Andrea Frigerio, además de intérpretes locales como Félix Medina, Bruno Sosa, Andrea Quattrocchi, Silvio Rodas y Ana María Imizcoz, entre otros. “Es como tratar con distintos puntos de vista, distintas formas. Nosotros mantuvimos el guión de hierro a nivel estructura, pero los diálogos tenían la libertad de proponer para llegar a un hiperrealismo”, acotó Salomón.
El largometraje, escrito por el argentino Andrés Gelós (Cumbia Ninja, Kdabra), prevé llegar a los cines el próximo año.