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Fue una oportunidad para conocer grandes propuestas en varios estilos, muchas con la música paraguaya como principal inspiración. Luis Salinas y Kuky Rey se destacaron el último día, y pusieron el broche de oro.
La segunda noche del Guitarratón, el pasado viernes en el Teatro del Hotel Guaraní, no tuvo mucha concurrencia, pero sí la emoción de los presentes.
Rompieron el hielo Willy Chávez y Los Impresentables. El guitarrista de Salamandra se mostró en su faceta jazz rock, y gustó con sus temas como “Beautiful”, “Tres” y “Kokuere”.
Luego Gustavo Sánchez Haase, con guitarra y percusión al mismo tiempo, llevó blues. Se destacó su homenaje a Chester Swann con “Gentes nada que ver”.
Seguidamente un dúo de fina calidad musical conformado por Carlos Schvartzman y José Villamayor, tras demorar por chequear si sonaba una guitarra, gustaron con “Escucho una rapsodia”, “Locura de tenor”, y otros. La gente aquí se mostró encendida y palmeó al son de los temas.
Después fue el turno de Gabriel Lema, con su gypsy swing. Luego de varios minutos sin poder amplificar una guitarra, tuvo una buena presentación. Sus solos, como los de Paula Rodríguez y Alberto Samaniego, fueron aclamados.
Un enérgico cierre tuvo a su cargo Rolando Chaparro, quien hizo “Mburicaó”, un movimiento de “La Catedral”, “Ojavea”, “Tahýi pytã’i”, “Kamba king” y “Un poco de río”.
La fría noche de sábado, sin embargo, atrajo a tanto público que casi llenó la sala. Pedro Martínez Trío comenzó con su bella propuesta de folclore contemporáneo. Engalanó su participación haciendo dúo con Gabriel Colmán, en homenaje a Demetrio Ortiz, con una gran reinterpretación de sus obras.
También estuvo Gustavo Viera, quien ofreció una fusión de jazz, rock y música paraguaya, interpretada con sobrado talento por él y sus músicos. Aquí se dio uno de los momentos cumbres de la noche, pues invitó a Kuky Rey, quien tuvo una maravillosa participación, tanto con guitarra acústica como eléctrica. El público lo ovacionó.
El cierre estuvo a la altura de las expectativas, con un gran Luis Salinas, quien embrujó con los sonidos de su guitarra. Fue una grata sorpresa su hijo Juan, a quien en todo momento presentaba con orgullo.
Luis fascinó con su forma de crear sobre las melodías establecidas, tanto con las cuerdas como la voz. Para terminar invitó a Chaparro, con quien hizo imponentes versiones de “Mis noches sin ti” y “Quisiera ser”.
victoria.martinez@abc.com.py