La revolución de 1936, el domingo

“La revolución de 1936”, del historiador compatriota José Arce Farina, será el próximo título de la Colección Guerras y violencia política en el Paraguay, de ABC Color y la editorial El Lector. La obra narra el proceso histórico que acabó con el gobierno de Eusebio Ayala.

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–¿En qué situación se encontraba el Paraguay al finalizar la Guerra del Chaco?

–Con la finalización de la Guerra del Chaco se dio término a la tregua política, esto dio lugar a las disputas intestinas dentro del Partido Liberal en el gobierno por la sucesión, las denuncias que subían de tono por parte de la ANR en relación al estado de cosas, la agitación política de los sectores sindicales y de izquierda, y el fenómeno del surgimiento de un sector disconforme del ejército, liderado por la oficialidad joven, cargada de gloria por la defensa de la heredad.

–¿Y cómo estaba la economía?

–El Paraguay económicamente se encontraba en la precariedad absoluta, con la suba de precios y el reclamo de los sectores obreros de aumento salarial, sumado al déficit fiscal, las huelgas y la pauperización rural.

–Algunos autores sostienen que el militarismo empezó el 17 de febrero de 1936. ¿Cuál es su opinión al respecto?

–El partido militar surge, en toda su expresión, durante el periodo liberal, específicamente, bajo los años de influencia del coronel Albino Jara (1908 a 1912). Anteriormente se podría citar a exmilitares que dominaron el escenario político, pero no con la determinación del jarismo. Jara nombró presidentes leales como el caso de Emiliano González Navero y no dudó en hacerlos renunciar bajo presión, como se dio con Manuel Gondra, para empotrarse él mismo.

–¿Pero el movimiento de 1936 fue enteramente militar?

–El movimiento militar del 17 de febrero suscitó el apoyo de ciertos referentes del ejército, en un primer momento; sin embargo, casi la totalidad de los ministros y colaboradores de Franco pertenecerían al estamento civil. Los principales cerebros de la revolución fueron los políticos Juan Stefanich y Anselmo Jover Peralta.

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