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Las primeras batallas en la región de Ñeembucú, entre ellas las de Tuyutí y Estero Bellaco, así como el protagonismo de las residentas acompañando a las tropas paraguayas, en este número.
Tierra roja invadida se denomina esta quinta entrega, realizada por Jorge Rubiani, Roberto Goiriz, Carlos Argüello, Edgardo Bernoy y Kike Olmedo.
“El 16 de abril de 1865, los invasores ponían pie en territorio paraguayo. Lo hacían en un terreno prácticamente inaccesible entre la laguna Sirena y la margen izquierda del río Paraguay”, señala Rubiani.
“Las primeras divisiones brasileñas en desembarcar estaban compuestas por unos 10.000 hombres bajo el mando del general Osorio. Ya en tierra, fueron atacadas por fuerzas paraguayas de Pedro Hermosa y Faustino Benegas, pero nuevos contingentes brasileños desembarcados obligan la retirada de estas tropas. Los enfrentamientos se repetirían al día siguiente, pero la presencia de las tropas aliadas en territorio paraguayo era ya un hecho consumado. Persuadido que la situación era insostenible, el mariscal López resuelve al día siguiente el abandono de Itapirú. Un mes más tarde, el Ejército paraguayo estaría instalado en Paso Puku y el aliado en Tuyuti”, dice Rubiani en uno de los textos que acompaña a las viñetas.
“A partir de la internación de las tropas de la Alianza en territorio paraguayo y dadas las dificultades de desplazamiento que imponían los esteros del Ñeembucú, las batallas de la guerra contra la Triple Alianza en la zona del “cuadrilátero” se plantearon –generalmente– en base a ataques a las posiciones enemigas. En previsión a ellos, cada campamento se hallaba convenientemente fortificado y el estado de alerta entre las tropas de ambos ejércitos era permanente. Es necesario considerar que para entonces, si los campamentos no tenían el apoyo de las alturas debían disponer, en cambio, de elementos alternativos de información. Para lo mismo, los aliados usaron globos cautivos y los paraguayos secuestraban centinelas aliados”.