La escena under se consolida

La Metanoia Jam Session, festival de música experimental, atrajo a un público que varió a medida que se presentaban las diferentes bandas el pasado sábado en la Plaza Libertad.

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Cada grupo presentó atractivas propuestas y sobre todo hicieron notar que actualmente hay buena calidad musical en el circuito under (alternativo).

El festival arrancó luego de las 18:00 con las propuestas de Seis Morocho y Qetzal Dasseim, dos bandas bastante distantes en estilos, pero que gustaron a los primeros en llegar.

El primer grupo explora ritmos latinoamericanos y sus integrantes le ponen mucha onda a la hora de interactuar con la gente; el segundo experimenta con beats electrónicos.

Más entrada la noche subió a escena Tender Cage, que se destacó por una muy buena propuesta de garage rock que fue aclamada por el público. Lastimosamente, en esta parte, los instrumentos sonaban más fuerte que la voz principal, por lo cual no pudo apreciarse mucho el canto. Se destacaron los dos guitarristas, quienes imprimían mucha fuerza con atractivos riffs.

El festival siguió con la presencia de la cantautora Marcela Lezcano, dueña de un mix interesante en el timbre voz, ya que suena tanto poderosa como etérea. Con su cadencia a la hora de cantar busca enamorar al público y lo consigue. Estuvo acompañada por un grupo muy bien ensamblado, y fue ovacionada por saber llevar su fusión de rock y folk.

La banda de rock progresivo Agharta continuó la fiesta con una envolvente presentación de tono psicodélico.

Este grupo resalta por el sonido del bajo de seis cuerdas, un teclado Hammond y un sintetizador, aunque lo importante está en que los músicos que ejecutan dichos instrumentos realmente saben lo que hacen con ellos, y sacan los mejores y más exquisitos sonidos.

La hora de rendir tributos llegó con las agrupaciones Ksham y Backdoor Man, quienes honraron a Led Zeppelin y The Doors, respectivamente. Ambos grupos también demostraron un buen nivel musical y dieron justos homenajes.

El cartel se completó con Pipoka Shake, grupo que pone en la licuadora géneros como cumbia y rock, hizo bailar a la gente que aún seguía presente.

El festival resultó interesante porque fue una oportunidad de conocer propuestas originales, musicalmente muy buenas, y músicos talentosos. No obstante, a nivel organizativo no se cumplieron los horarios establecidos y el orden de los grupos tampoco fue el que se había anticipado.

victoria.martinez@abc.com.py

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