Kanengiser: fuerza y sensibilidad

Del barroco a lo contemporáneo, del clásico al jazz, todo sonó con fuerza y sensibilidad en las manos virtuosas del guitarrista estadounidense William Kanengiser, quien tocó el viernes en el Teatro de las Américas.

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Pisó el escenario y fue recibido con una ovación, por lo que llevó la mano al pecho como sorpresa. Empezó con la Suite N° 11 de Haendel, melodía que inicia suave, agradable y lenta, pero que en su extensión requiere vigor. Todo ello cumplido con naturalidad y la clara ejecución de Kanengiser. “Mba’éichapa. Avy’a Paraguáipe”, saludó luego y dejó en claro su agradecimiento por tocar por primera vez en Paraguay, “lugar donde nació Mangoré, es un gran honor”, dijo.

Siguió con la Fantasía Elegiaca, de Fernando Sor. Muy expresivo, su cuerpo y rostro transmitían las distintas intensidades de la obra. Entre aplausos y silbidos, continuó con “Las campanas”, de Ernesto García de León, y La Fantasía Sevillana, de Joaquín Turina.

Tras un intervalo volvió para hacer “Tres bocetos africanos”, de Dusan Bogdanovic. Según explicó la obra está inspirada en el sonido del instrumento africano kora, y para lograrlo, las cuerdas agudas son intervenidas por grampas. Luego, “Drorykot”, de Ian Krouse, intensa pieza que requiere mucha emoción.

En la despedida interpretó dos piezas de Brian Head: “Lobster Tale” y “Brookland Boogie”, donde saltó del country al jazz, sin dificultades. Aplausos de pie y otra ovación lo hicieron volver. “Voy a tratar de tocar una pieza que acabo de aprender. Con respeto y amor”, dijo, y dedicó al público una sentida interpretación de “Caazapá”, de Agustín Barrios.

Los asistentes ocuparon la mitad de la capacidad de la sala. Pero la calidez del público valió por la mitad vacía y, Kanengiser, un gran explorador de la guitarra, se fue con el corazón lleno.

victoria,martínez@abc.com.py

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