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Las gestiones judiciales en El Salvador fueron realizadas por el abogado Rafael Antonio Carvallo, quien fue discípulo de Agustín Barrios, mientras este residió en el país centroamericano entre 1939 y 1944, año de su muerte.
Las comunicaciones entre Carvallo, la sociedad “Sosa Escalada” y Pedro Virginio Barrios (quien vivía en Lanús, provincia de Buenos Aires) se realizaban a través de cartas. El juicio culminó el 26 de abril de 1972. El hecho fue muy festejado por los discípulos de Mangoré en El Salvador, como consta en una foto publicada en El Diario de Hoy de dicho país, al día siguiente. En la misma aparecen todos junto con el entonces embajador paraguayo, Enrique Volta Gaona.
El Centro Guitarrístico “Gustavo Sosa Escalada” (nombrado así en homenaje al primer maestro de Barrios en Paraguay) estaba presidido por Félix Trujillo. Como vicepresidente estaba Rubén Darío Alarcón; secretario general, Amadeo Báez Allende; asesor artístico, Cayo Sila Godoy, y consejeros eran Jacinto Matiauda y Manuel Cabrera.
Pedro Virginio Barrios nació el 19 de octubre de 1908 y reconocido por Agustín Barrios como su hijo dos días después, según señala Víctor Oxley en su libro “Mangoré la guitarra eterna”.
Falleció el 8 de noviembre de 1974, y el Centro Guitarrístico siguió realizando las gestiones para que la viuda Carmen de Barrios fuera declarada heredera universal, hasta unos años más.
Pedro y Carmen son padres de Enrique Barrios, cuyo hijo es Marcelo Enrique Barrios, quien sigue viviendo en Lanús.
Recordemos que en mayo de este año Manuel Odilón Barrios fue declarado heredero de la sucesión de Barrios por la justicia paraguaya al ser nieto de Héctor Leocadio Barrios, hermano de Mangoré. Según la ley, si Marcelo Barrios reclama la sucesión, Manuel Odilón tendrá que ceder sus derechos adquiridos.