José Carreras y un adiós inolvidable

La voz de José Carreras sonó potente en su primer encuentro y a la vez despedida del público paraguayo, el miércoles último.

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“A Life in Music” (Una vida en la música) se podía leer en una gran pantalla a la espera de José Carreras, el tenor español que añadió Paraguay en el marco de su gira de despedida de los escenarios.

La consigna de la citada frase se cumplió para el artista, quien se sobrepuso a una leucemia diagnosticada en 1987. Las probabilidades de vida eran pocas para Carreras, pero arduos tratamientos le dieron la fortuna de vivir y coronar con una gira mundial sus casi 50 años de trayectoria.

La Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional (Osic), que en la ocasión se destacó con un sonido bien pulido y compacto, anticipó la aparición del tenor con “Farandole”, de la suite “L’Arlésienne” de Bizet, bajo la dirección de David Giménez Carreras.

“Canción húngara”, de la zarzuela “Alma de Dios”, fue el primer contacto de Carreras con el público, que lo ovacionó desde el primer momento. Su potente voz se teñía de expresión y emotividad.

Luego de él, la platea conoció a Jaquelina Livieri, soprano rosarina que la acompaña en gira. Ella sorprendió por su seguridad y gran caudal vocal, con el que se paseaba sin esfuerzo por notas graves y agudas a la hora de cantar “Je veux vivre”.

“Pecché” y “Passione” cantaba luego Carreras, elegante y con brío. “O mio babbino caro” sonó en la electrizante voz de Livieri, para dar paso a un dúo con Carreras en “Je te veux”.

La Osic se encargó después del Vals Nº 2, de la Suite de Jazz, de Shostakovich, antes de que Carreras cerrara esta parte con “The impossible dream”.

Tras un intervalo, volvió con “Serenata sincera”, “Vurria”, “Lejana tierra mía” y “Core n’grato”, en una demostración de vigor en una voz que aún suena soberbia.

Dando nuevamente paso a Livieri, esta presumió la enormidad de su voz con “Il bacio” y “Me llaman la primorosa”. Ambos encantaron, con dramatismo, al interpretar “Dúo y Jota”.

La despedida se hacía cada vez más cercana, pero no se daría sin coronar con “Chitarra romana”, “I could have danced all night”, “Solamente una vez” y “Amigos para siempre”.

Carreras casi no medió palabras con el público, su agradecimiento fue su canto y su presencia, lo que dejó a todos satisfechos de ser parte del adiós a su vida musical. victoria.martinez@abc.com.py

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