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Para este show se montó un escenario dentro del patio, casi pegado a la biblioteca, de manera a usar todo el espacio dentro de lo que sería la propuesta “envolvente” de Jeheka. Además, los músicos se ubicaron en desniveles.
De esta manera, Gabriel Sasanuma (arpa), Franco Pinazzo (violín), Luis Valdez (violín), Aurora Pinazzo (contrabajo y flauta traversa) y Fabricio Soares (percusión), presentaron todos temas propios como “Cielo chaqueño”, “Tierra del silencio”, “Thunder”, entre otros.
La ocasión, además de presentar el primer disco de la banda, sirvió también para mostrar una nueva faceta suya: la vocal.
Solo en ciertos momentos no se sentía mucha seguridad en los temas cantados, pero es algo que pueden trabajar.
Al principio del show se sintió que el grupo no entró bien seguro, pero con el transcurso de los temas los integrantes se fueron soltando y supieron encontrar el punto de energía necesario para verlos disfrutar a ellos mismos y hacer disfrutar al público.
La propuesta de Jeheka es atractiva, pues combina elementos de ritmos folclóricos ya sean paraguayos o de la región, como también ritmos de otras partes del mundo, dotándolos de un ropaje moderno.
Resulta llamativo cómo este grupo pone de resalto al arpa paraguaya, sobre todo sacando sonidos peculiares, más allá de la forma tradicional en que se ejecuta el instrumento. El arpista busca diversas posibilidades de sonidos ya sea frotando o golpeando las cuerdas.
En sus temas transmiten diversas emociones y estados. En este sentido, el público agradeció con aplausos que en puntuales momentos del show también combinaron lo musical con otras formas de arte, en este caso la danza.
Es gratificante la interesante y ambiciosa propuesta, y ojalá sigan firmes en su recorrido.