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La obra se presentó en una breve temporada en la sala del Arlequín Teatro, bajo la dirección de Marcela Gilabert.
Monutti, con su habitual calidad escénica a la que ahora agrega la faceta de productora, interpreta el difícil papel de una profesora de literatura Soledad, que regresa de su autoexilio para enfrentar a su tía Catalina (una Irún que ya no sorprende por su magnífica composición de personajes), en la venta de una propiedad que tienen en herencia.
Son dos formas de encarar el mundo, la vida, los valores, aunque ambas coincidan en sus respectivos vacíos existenciales.
El texto de Silva tiene la complicidad de las actrices y directoras, conformando así un cuarteto femenil que para nada busca explotar ese perfil, sino simplemente hacer lo que todo artista busca, emocionar.
Luces y sonido, escenografía y puesta, completan esta propuesta que ojalá sea más veces representada.
La temporada contó con el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes, Fondec. Felicitaciones.
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