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Los distinguidos estuvieron acompañados de familiares y amigos que celebraron con mucha alegría el momento que quedará en la historia.
La agradable mañana asuncena de ayer dio el marco emotivo a un momento que quedará en la historia: las huellas de célebres personajes destacados en sus respectivas actividades. Óscar Faella, el “fantasista del teclado”; Carlitos Vera, “el hombre de las mil voces” y el profesor Blas Servín, aficionado a la astronomía, fueron los distinguidos que se incorporan al Mall de la Fama, junto a figuras como Edith Jiménez, Federico Ordiñana, Olga Blinder, Kike Santander, Tana Schémbori y otras personalidades.
“Menos mal que no voy a dejar mis huellas en Investigaciones (risas). Estoy feliz, porque me veo rodeado de amigos como Kike Krona, Óscar Pérez, quiere decir que no soy tan malo. Ya Dios me perdonó, me envió de vuelta a la Tierra y gracias a Él estoy bien recuperado (se le había diagnosticado cáncer). Están mis hijos, mis nietos y qué puedo pedir más”, dijo emocionado el pianista Óscar Faella, minutos antes de imprimir sus manos en una de las baldosas.
¿Cómo te sentís, Carlitos, con este reconocimiento? ¿Creés que es un justo homenaje para un artista con gran trayectoria como vos? “Y justo apareciste vos (risas). Yo lo recibo con mucha alegría, con mucho cariño. No sé si será justo o no, pero me pone contento. Quiere decir que algo hiciste por la alegría de un pueblo”, manifestó el humorista.
“Estoy muy contento, cuántos años pasé por acá mirando las manos de los grandes y ahora, es increíble, me toca a mí dejar mi huella. Y aproveché para traer el ocular de mi primer telescopio de muchos años y va a quedar en el cemento. Me pone contento, porque vinieron mis familiares, mis compañeros de trabajo”, destacó el profesor Blas Servín, director del Centro Astronómico Bicentenario.
Y el público cerró con aplausos la mañana que se iluminó con el carisma de estas estrellas del Paraguay.