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Esta noche a partir de las 21:00 el grupo Generación de nuestro país ofrecerá un recital en el local del Teatro IFT de Buenos Aires, Argentina, mientras mañana a partir del mediodía ofrecerá un recital en el local del Centro de Amigos Guaireños de La Matanza.
"Estas presentaciones son muy importantes para nosotros porque luego de dos años estaremos compartiendo con nuestros compatriotas en la capital bonaerense y qué mejor motivo que celebrar nuestro Bicentenario con canciones patrióticas", comentaron los músicos.
Comandados por sueños, los hermanos Pedro, Enrique y Alejo Benítez, junto a su primo Adolfo Arregui, echaron a volar sus ilusiones musicales en los albores de los años 80. Dueños de un innato talento musical, pronto se hicieron sentir. En una fusión de cuatro voces privilegiadas, virtuosismo instrumental, repertorio amplísimo y buen gusto, de inmediato conquistaron el corazón del público y los aplausos de la crítica.
A su paso, entre producciones discográficas elogiadas por la crítica y giras por Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y Estados Unidos, el grupo iba experimentando transformaciones, incorporando nuevos talentos sin perder identidad.
De los hermanos, quedó Alejo al frente del grupo junto siempre a su primo Adolfo y el percusionista Ismael Resquín. Se incorporaron: Toti Rodríguez, en teclados; Hebert Cáceres, en el bandoneón; Silvio Turró, en bajo; y Patricia Álvarez, en flauta traversa.
Su música evoca paisajes. Convoca a la alegría. Cultiva el amor. Clama por un mundo más justo. Su música simboliza la esperanza. Sus ritmos permean los más exigentes gustos, indicaron sus productores.
"Estas presentaciones son muy importantes para nosotros porque luego de dos años estaremos compartiendo con nuestros compatriotas en la capital bonaerense y qué mejor motivo que celebrar nuestro Bicentenario con canciones patrióticas", comentaron los músicos.
Comandados por sueños, los hermanos Pedro, Enrique y Alejo Benítez, junto a su primo Adolfo Arregui, echaron a volar sus ilusiones musicales en los albores de los años 80. Dueños de un innato talento musical, pronto se hicieron sentir. En una fusión de cuatro voces privilegiadas, virtuosismo instrumental, repertorio amplísimo y buen gusto, de inmediato conquistaron el corazón del público y los aplausos de la crítica.
A su paso, entre producciones discográficas elogiadas por la crítica y giras por Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y Estados Unidos, el grupo iba experimentando transformaciones, incorporando nuevos talentos sin perder identidad.
De los hermanos, quedó Alejo al frente del grupo junto siempre a su primo Adolfo y el percusionista Ismael Resquín. Se incorporaron: Toti Rodríguez, en teclados; Hebert Cáceres, en el bandoneón; Silvio Turró, en bajo; y Patricia Álvarez, en flauta traversa.
Su música evoca paisajes. Convoca a la alegría. Cultiva el amor. Clama por un mundo más justo. Su música simboliza la esperanza. Sus ritmos permean los más exigentes gustos, indicaron sus productores.