Final cansino para una revolución

Hace un año decíamos que “Sinsajo, parte I” no tenía la fuerza de las dos películas anteriores de la saga “Los juegos del hambre”. Pero el filme sobresalía por su relato tenso, expresando la indefinición de la protagonista Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) de encabezar o no la revolución contra la tiranía del Capitolio.

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Ahora tenemos en nuestras pantallas “Sinsajo, parte II” y lo que parecía tenso se convirtió en un relato cansino y sin ritmo. El director Francis Lawrence no supo crear una historia de cierre, con sus buenos picos de emoción y un final palpitante. Lamentablemente, el cierre de una de las sagas más exitosas de los últimos tiempos no alcanza el brío que tuvo al comienzo. Tampoco el elenco parece comprometido con la película.

El filme nos muestra el operativo comando que termina encabezando Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) para llegar hasta el presidente Snow y derrocarlo. Debe sortear un sinnúmero de trampas ubicadas en las calles y plazas del Capitolio, dignas de las peores sorpresas de los “Juegos del Hambre”. Lo que los habitantes de la ciudad veían en la pantalla, ahora lo tienen en sus mismas calles.

Franz Lawrence tenía todos los elementos para hacer una gran película. Tenía una historia en la que se combinan características de clásicos del cine bélico, combinados con intriga política. Pero se pierde entre la paranoia de Katniss y su indecisión con respecto a sus amores, así como la incómoda sensación de sentirse utilizada. A fin de cuentas, estos también podrían ser buenos elementos para una historia entretenida, pero lo que tenía de interesante “Los juegos del hambre” es que no se trataba de “Crepúsculo”. Esta es una historia mucho más poderosa y que en su final fue contaminado con el aire empalagoso de la saga romántica-vampiresca, tal vez buscando atraer a un público adolescente poco exigente.

sferreira@abc.com.py

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