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Con invitados especiales, el grupo repasó su carrera ofreciendo desde polcas, guaranias, canciones latinoamericanas hasta pop y ópera, para un público que so-brepasó la capacidad del teatro.
Un impecable show fue el que brindó Los Alfonso, en una noche marcada por la emoción, ante una concurrencia que rebasaba la capacidad del recinto. Un video sirvió de introducción, donde se mostró la historia de la banda desde sus inicios, los diferentes integrantes y su paso por distintos escenarios del país y el mundo, también se recordó al fallecido Gustavo Alfonso.
Seguidamente, aparecían Antonio, Aníbal y Rosa María Alfonso, acompañados por la banda compuesta por Jimmy Alfonso (arpa y batería), Rubén González (guitarra), Ezequiel Oviedo (acordeón y teclados), Adrián Oviedo (bajo) y Juan José Alfonso (percusión), recibidos con calurosos aplausos y gritos, para entregar “A mi Tierra”, “Ñasaindy poty”, “Mokõi guyra’i” y “Lidia Mariana”, al tiempo que Rosa María dedicaba estas canciones a Quemil Yambay, quien no estuvo presente por encontrarse enfermo; y a su vez agradecer a la gente que llenaba el teatro. Desde esta parte también, el ballet Acuarela Paraguaya los acompañó con coreografías, conformando un gran despliegue escénico, que se completaba con el apoyo de un buen juego de luces.
Las emociones se iniciaban al ver en escena a Simeón Alfonso, padre de los artistas, recibiendo una placa de gratitud por parte de sus hijos, mientras los presentes lo animaron a que cante. Este entregó “Che Jazmín”. Luego, y para gozo de todos, Rigoberto Arévalo y su Trío de Siempre se unían para deleitar con los boleros “Contigo” y “Si no estás conmigo”, como también “Flor del Pilar” y “Ne porã che Paraguay”. Arévalo fue además homenajeado aquí por ser quien formó el original trío Los Alfonso.
Yendo hacia el pop, sonaron también “Yo lo soñé” y “Fernando”, versiones en español de canciones del grupo sueco Abba, y “¿Dónde estás corazón?”, “Desde que tú te has ido”, y “Cuando te miro”, de los españoles de Mocedades, mientras todos coreaban y movían los brazos. En tanto, Rosa María en todo momento se destacaba por su gran desenvoltura en escena y su voz.
Un momento que sin duda sorprendió fue la actuación de Los Alfonsitos, integrado por los jóvenes Gustavo y Jesús (guitarras y voces), Ayelén (voz), Pedro (bajo), y Juanjo Alfonso (percusión). Esta nueva camada de “Alfonsos” dejó muy en claro que van por buen camino, ya que se metieron al público en sus bolsillos con sus interpretaciones de “Che trompo arasa”, “Hasta el fin del mundo” y “Así, así”. Exigidos por la platea, volvieron para cantar “Brisa suave”.
La recta final del espectáculo fue dedicada a Gustavo Alfonso, director del grupo y fallecido hace más de dos años. “A mi manera”, en efecto, mostró cantando al recordado en un video, que luego fue completado por sus hermanos, especialmente por Aníbal, quien demostró su gran caudal vocal. Todas las generaciones unidas brindaron después “Yo te extrañaré”, “A sacar las penas” y “Soy feliz”. Para “O sole mio”, Aníbal volvería a sorprender a la platea con su magnífica voz.
victoria.martinez@abc.com.py