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Rocker total. Estaba vestida con mini y blusa transparente con detalles de lentejuelas. Tiene 54 años, pero jamás importó si el look le era apropiado. ¡Claro que lo era! Se lo ganó con una vida entregada al rock and roll, y esa experiencia lograda lo vuelca en un show emotivo y en momentos potente.
La Cantilo subió al escenario del Kilkenny hacia la 1:00 acompañada de una banda dirigida por el tecladista Cai Gutiérrez. Una platea que llenó el pub la esperaba alborotada y con ganas de mucho rock. Ella cantó temas de su nuevo disco, “Ahora” y canciones de diferentes épocas. Sobresalieron “Spaghetti del rock”; el tema que dedicó a Luis Alberto Spinetta, “Rayo de luz”, que forma parte del último álbum, entre otros más. Cada canción era acompañada por su videoclip respectivo que se proyectaba en la pantalla ubicada en la pared del escenario.
El concierto tuvo su momento tanguero, con una magistral “Balada para un loco”; “El día que me quieras”, que fue cantado por toda la concurrencia, y uno contemporáneo, producto de la factoría Páez. Del que fuera pareja de la Cantilo en los ochenta, también cantó “Brillante sobre el mic”, una canción que le dedicó a ella. Era la penúltima de la noche. El final, cantado, era “Mi enfermedad”. Una chica subió al escenario, tomó el micrófono y se puso a entonar la canción con toda la onda. Un guardia la bajó a la platea, pero ella seguía aferrada al mic. Fabiana la dejó terminar la canción, y luego la ayudó a subir al escenario, para despedirse juntas en una noche lluviosa.
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