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Convertido en una de las figuras más emblemáticas del teatro popular paraguayo, el Compadre está dispuesto a bajar el telón de su carrera a los 86 años. Sin embargo, a pesar de algunos achaques propios de la edad, su humor se mantiene intacto y los chisten fluyen solos durante la conversación.
Con esa fluidez también explica el nacimiento del libreto de “Aló Madame”, la comedia que escribió y con la que se despedirá de los escenarios, bajo la dirección de Luis Casco. La puesta gira en torno a un francés y su hija quienes, al llegar tarde para cumplir con un compromiso, terminan aceptando alojamiento en una casa.
Luis D’Oliveira, Sandy Molas, Rubén Darío, Romi Cetrini y Sannie Caballero completan el reparto de esta comedia, que seguirá luego su gira por el interior del país, haciendo su primera parada el próximo fin de semana en el Teatro Municipal de Caacupé.
“Estoy emocionado y contento, cómo agradece el público cuando le hacés reír y cuando le hacés llorar. El teatro tiene ese encanto, es lo máximo”, remarcó.
Según comentó a ABC Color, su vocación la encontró en el antiguo Cine Teatro España, sobre la avenida Eusebio Ayala, cuando en el tercer grado realizó una obra de la escuela. Su pasión por la actuación y el cine lo motivó a ingresar a la Escuela de Arte Escénico. “Me iba todos los días, llueva o truene”, añadió.
Tiempo después, el destino lo llevó al programa radial “La pensión de doña Liga”, donde conoció a César Álvarez Blanco. “Me dice Mario Halley Mora, que era el libretista, ‘necesito que me hagas de Chancho’. ‘¿En qué chiquero?’, le dije. ‘No, Kure Luque me vas a hacer’, me respondió. De ahí que el locutor, en una de esas, nos pone el marcante de Kure ha Kavara. Papote Fretes era el locutor, otro loco como nosotros”, recordó.
Subrayó que, al inicio, Los Compadres estuvo conformado por Carlos Gómez, César García, César Álvarez Blanco y él, hasta que Gómez dejó el grupo para hacer la película “Alto Paraná” y García fue a dirigir la radio de Caacupé.
Sin dudar, Rojas Doria menciona que “Plata Yvyguy Rekávo” fue la obra más exitosa de su carrera. “La más taquillera en todo sentido, incluso nos fuimos a España para hacer reír a los paraguayos que están allá”, mencionó.
El abrazo inolvidable
Sostuvo además que uno de los momentos más memorables de su carrera fue el abrazo que se dio con Álvarez Blanco en Nueva York, tras recibir un reconocimiento del alcalde Abraham Beame. “Después de terminar la función, nos encontramos detrás del escenario. ‘Mirá hasta donde nos trajo’, dijimos y nos dimos un abrazo con mi compadre, por el éxito que alcanzamos”, dijo.
Rojas Doria no duda en afirmar que es difícil hacer reír al público paraguayo y comparó la experiencia con la de un equilibrista en la cuerda floja. “El público paraguayo es delicado, o le hacés reír o no le hacés reír”, acotó.
No obstante, aseguró que desde que Álvarez Blanco se fue para “ir a contarle chistes a Jesucristo” en el 2003, él está acompañado por la gente. “Estoy haciéndole reír a mi pueblo y me pone muy feliz eso”, dijo, pero aseguró que aún faltan más risas en el país.
Las entradas para la obra están a la venta en la Red UTS a G. 90.000, 120.000 y 180.000.