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"El arte es la mejor manera de aprender", puntualiza su directora, María Victoria Heisecke.Esta experiencia nació en 1976. Cuenta María Victoria, conocida como Maricha, que la motivación vino a través de un profesor brasileño que estuvo en el país. "Existía el Centro de Estudios Brasileños. Vino un profesor brasileño que enseñaba educación por el arte y entusiasmó a un grupo de maestros y artistas profesores, como Olga Blinder, Lotte Schultz, Edith Jiménez, entre otras. Ellas se entusiasmaron al ver cómo el arte influenciaba positivamente en la vida de los alumnos", señala.
Maricha recuerda que en ese momento de la dictadura de Alfredo Stroessner se consideraban elementos subversivos y comunistas el hablar de diferencias individuales y el de espíritu crítico. "Antes pues lo que no se entendía era todo comunista", rememora.
Ese hecho derivó en la destitución de Olga Blinder al frente de la dirección de esa recordada institución. "Salimos unos cuantos profesores y creamos el TEI. Muchos ex alumnos nos siguieron y con el tiempo fuimos ganando espacio en la medida en que se comprendía el trabajo que hacíamos", indica.
De aquel hecho se cumplen 36 años y en la actualidad es Maricha quien lleva la batuta al frente de un equipo de 15 profesores. Al nombre le agregaron la palabra juvenil, pues la enseñanza se extiende desde el jardín hasta el noveno grado.
"Para nuestro orgullo, los chicos que salen de aquí se adaptan bien a los otros colegios. Les va bien tanto en la parte de conocimientos como en la parte de relaciones. Quiere decir que maduraron y tienen espíritu crítico", señala.
Una manera distinta
"Mucha gente nos toma de modelo porque somos un poco diferente en la manera de encarar las cosas", comenta la directora del TEIJ.
Desde sus inicios, el juego forma parte de su metodología de enseñanza. "Porque una misma cosa se puede desarrollar de muchas maneras distintas. En Matemáticas, por ejemplo, se pueden hacer juegos que lleven a entender mucho mejor por acciones que con teorías", explica. "Lógicamente es importante sacar conclusiones de todo lo que se hace para constatar lo aprendido, para poder discutir después lo que falta, qué sobra, qué hay que poner, porque a lo mejor no sacaste todas las conclusiones", se explaya.
"También nos interesan los chicos que tienen diferencias en sus procesos de aprendizaje", manifiesta Maricha. En ese caso, a los alumnos que desarrollan mayor interés en una materia le proporcionan más elementos y al que le gusta menos le dan otros elementos para que logre entender.
Otra consigna que llevan en cuenta es hacer lo mejor que se puede. "Y uno tiene que motivarles a los chicos para que vayan mejorando", indica.
Pero el proceso que iniciaron en el TEIJ tuvo sus obstáculos. "Por un lado fue difícil porque nacimos en un tiempo muy estructurado y autoritario", declara Maricha. Sin embargo, siguieron con la consigna al estar seguros de que con la metodología de la educación por el arte instan a inventar, buscar, a mirar a las personas y a sentir a las personas. "Siempre trabajamos con los programas oficiales del Ministerio de Educación, con otra idea y otra metodología", señala la docente.
El TEIJ recibe a niños desde los dos años de edad. Aproximadamente 80 chicos se forman en esta institución que actualmente funciona en Juana Pabla Carrillo casi Espíritu Santo de nuestra ciudad.
La enseñanza personalizada es otro punto que cuidan. "No es recomendable cuando se masifica demasiado la enseñanza", sostiene la directora del TEIJ.
Maricha recuerda que en ese momento de la dictadura de Alfredo Stroessner se consideraban elementos subversivos y comunistas el hablar de diferencias individuales y el de espíritu crítico. "Antes pues lo que no se entendía era todo comunista", rememora.
Ese hecho derivó en la destitución de Olga Blinder al frente de la dirección de esa recordada institución. "Salimos unos cuantos profesores y creamos el TEI. Muchos ex alumnos nos siguieron y con el tiempo fuimos ganando espacio en la medida en que se comprendía el trabajo que hacíamos", indica.
De aquel hecho se cumplen 36 años y en la actualidad es Maricha quien lleva la batuta al frente de un equipo de 15 profesores. Al nombre le agregaron la palabra juvenil, pues la enseñanza se extiende desde el jardín hasta el noveno grado.
"Para nuestro orgullo, los chicos que salen de aquí se adaptan bien a los otros colegios. Les va bien tanto en la parte de conocimientos como en la parte de relaciones. Quiere decir que maduraron y tienen espíritu crítico", señala.
Una manera distinta
"Mucha gente nos toma de modelo porque somos un poco diferente en la manera de encarar las cosas", comenta la directora del TEIJ.
Desde sus inicios, el juego forma parte de su metodología de enseñanza. "Porque una misma cosa se puede desarrollar de muchas maneras distintas. En Matemáticas, por ejemplo, se pueden hacer juegos que lleven a entender mucho mejor por acciones que con teorías", explica. "Lógicamente es importante sacar conclusiones de todo lo que se hace para constatar lo aprendido, para poder discutir después lo que falta, qué sobra, qué hay que poner, porque a lo mejor no sacaste todas las conclusiones", se explaya.
"También nos interesan los chicos que tienen diferencias en sus procesos de aprendizaje", manifiesta Maricha. En ese caso, a los alumnos que desarrollan mayor interés en una materia le proporcionan más elementos y al que le gusta menos le dan otros elementos para que logre entender.
Otra consigna que llevan en cuenta es hacer lo mejor que se puede. "Y uno tiene que motivarles a los chicos para que vayan mejorando", indica.
Pero el proceso que iniciaron en el TEIJ tuvo sus obstáculos. "Por un lado fue difícil porque nacimos en un tiempo muy estructurado y autoritario", declara Maricha. Sin embargo, siguieron con la consigna al estar seguros de que con la metodología de la educación por el arte instan a inventar, buscar, a mirar a las personas y a sentir a las personas. "Siempre trabajamos con los programas oficiales del Ministerio de Educación, con otra idea y otra metodología", señala la docente.
El TEIJ recibe a niños desde los dos años de edad. Aproximadamente 80 chicos se forman en esta institución que actualmente funciona en Juana Pabla Carrillo casi Espíritu Santo de nuestra ciudad.
La enseñanza personalizada es otro punto que cuidan. "No es recomendable cuando se masifica demasiado la enseñanza", sostiene la directora del TEIJ.