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La chica de sonrisa gentil cuenta su breve historial con la pasión de los que hablan de una aventura de vida fascinante. Y es que Maia Nikiphoroff vive un momento muy intenso en lo que es opción por el arte. De chiquita, hasta los 10 años, había tomado clases de teatro con Edda de los Ríos y estudiaba danzas con Marisol Pecci y Nicole Dijkhuis. Y, a los 18, ya era bailarina profesional. Pero, al terminar el colegio, arrinconó el arte y tomó otro rumbo para hacer carrera. Al recibir su título de licenciada en Marketing sintió la necesidad de aumentar los conocimientos y pensó en anotarse en alguna universidad americana para realizar un masterado. De casualidad, en su búsqueda por internet le apareció las opciones de la Academia Stella Adler de Los Angeles y no dudó en dar un giro de 360 grados en su plan profesional. “La actuación fue algo que siempre me gustó, lastimosamente cuando terminé el colegio no pensé que podía dedicarme a eso, entonces estudié marketing. Y una tarde buscando para hacer mi masterado vi en internet la Academia Stella Adler y dije: ‘y por qué no le doy una oportunidad del 100% en vez de seguir soñando’. Y así fue que cambié totalmente mi rumbo”, explica Maia.
En el año 2012, hizo las maletas y aterrizó en el país de las oportunidades. Se anotó a clases de actuación para cine y teatro y a la par de los aprendizajes teóricos fue acumulando experiencias en los escenarios. “En este tiempo ya hice varias obras de teatro y algunos cortos cinematográficos. Inclusive, tuve un rol breve en una película titulada ‘Lost angels’. Fueron experiencias muy buenas para foguearme”, dice con una sonrisa.
Sin duda, este año 2014 será de grandes desafíos para la paraguaya que apunta a llegar a ser parte del clan de estrellas de Hollywood. El 30 de enero será parte del estreno de la obra “La Gaviota” de Anton Chejóv, en el teatro Stella Adler de Los Angeles, por espacio de un mes. Y a fines de febrero se graduará en la academia que le dará el título de actriz profesional.
¿Le costó adaptarse a un ambiente completamente desconocido y muy exigente? “Sí, la verdad que me costó sentirme cómoda. No fue algo del día a la noche, pero como todas las cosas, cuando trabajás ganas confianza. La confianza no viene de la nada. Es resultado del trabajo, del esfuerzo”.
¿Y cómo le fue con el idioma, ya que las actuaciones son en inglés? “Es un shock cultural al que tenía que adaptarme, pero por suerte no me fue muy difícil porque siempre tuve el apoyo de mi familia, que es muy importante, y también de la academia en la que estoy, donde los profesores crean un ambiente muy seguro y familiar”.
Maia Nikiphoroff vive con su novio Aaron, un músico venezolano que comparte con ella el sueño de triunfar con el arte.
En dos años de estadía y estudios de actuación para cine y teatro, Maia participó en varias obras: “Café Rose”, corto cinematográfico donde hizo el papel principal de Lydia Marie Gorge, y en “Bird”, con el rol secundario de Stephanie, dirigida por Brittany Rae Barber. En el largometraje “Lost Angels”, le dieron el papel secundario de asistente de Harold, personaje interpretado por el actor David Marciano.
En el teatro actuó en “Middletown de Will Eno”, dirigido por el ganador del Óscar, Milton Justice. Hizo el papel de Judith, la bibliotecaria. Integró, además, el elenco de “The Marriage of Bette”, de Christopher Durang, dirigido por Bonnie McNeil, y de “Titus Andronicus, A Vaudeville”.