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El material, dirigido por el irlandés Alan Gilsenan, nos presenta a una Elisa Alicia Lynch que va narrando su propia historia, a través de la prolija interpretación de la actriz Maria Doyle Kennedy.
En un marco digno de una superproducción, la función exclusiva contó con una alfombra roja a la que Doyle Kennedy llegó a bordo de una carroza, vestida con un atuendo de la época de Lynch, y escoltada por efectivos del Regimiento Escolta Presidencial.
De a poco, los invitados entre los que se encontraba el presidente de la República, Federico Franco, fueron copando el Teatro del Banco Central, que se inició poco después de las 21:00, en medio de aplausos.
El largometraje, de unos 75 minutos de duración, nos presenta a Elisa Lynch relatando su historia en primera persona, como si lo hiciera desde el más allá. Un impecable trabajo de fotografía mantiene a Lynch entre luces tenues y velas, en un edificio antiguo.
Este relato, encarnado por la actriz irlandesa, va intercalándose con fragmentos de entrevistas realizadas con los autores del libro “Calumnia”, Michael Lillis y Ronan Fanning, material sobre el cual se basó el documental.
También aparecen periodistas e historiadores como Luis Verón, Jorge Rubiani, Esteban Burt; así como el embajador Miguel Solano López, descendiente directo del mariscal.
Con un buen ritmo, el filme va presentando toda la vida de Lynch, desde su infancia en Irlanda, su primer matrimonio y su unión con Francisco Solano López.
En su faceta más joven, Lynch es encarnada por la atleta Leryn Franco. La misma solo aparece como vagos sueños y es poco distinguida en las imágenes, algunas de las cuales, no aportan mucho a la historia.
Otros puntos negativos fueron la poca coherencia existente entre los relatos de la guerra contra la Triple Alianza y las tomas actuales del ejército, así como detalles de posproducción en la colocación de los nombres de los entrevistados y errores ortográficos en los subtítulos.
No obstante, esto no llega a opacar el notable esfuerzo de producción, que se refleja en las imágenes de las diversas ciudades recorridas en este proceso.
Tras la proyección, el público respondió con efusivos aplausos. “Gracias por dejarnos contar la historia de su país”, expresó el productor Stuart Switzer, en compañía de los responsables del filme.
La embajadora irlandesa Sheila Maguire, en tanto, leyó una misiva escrita especialmente por el presidente de dicho país, Michael D. Higgins: “Lynch fue una mujer sobre la que se supusieron muchas cosas, pero se supieron muy pocas”, destacó el mandatario en su carta, tras felicitar a todo el equipo del filme.
Sin dudas, este documental puede constituirse en una herramienta muy válida para poder conocer, de una forma amena, los detalles de la vida de uno de los personajes más emblemáticos de nuestra historia.
malonso@abc.com.py