El toque moderno y fresco de Martín Portillo

El arpista Martín Portillo presentó su nuevo disco, llamado “Innovando”, con un concierto el pasado martes en el Teatro Municipal.

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El músico dio a conocer composiciones suyas, que dan a la música paraguaya una nueva cara gracias a su toque moderno. También hubo invitados y música de otros autores.

El recinto no se llenó, pero fueron afortunados quienes presenciaron el show, ya que Martín Portillo ofreció un concierto de alta calidad musical y compositiva.

La apertura estuvo a cargo de veintidós jóvenes arpistas, alumnos suyos, al son de “Aroma del mundo”, de Ismael Ledesma.

Portillo subió a escena con su tema “Ñandutí de mi tierra”, alegre melodía, fresca expresión de la música paraguaya. Siguió con “La brisa primaveral”, de Lucía Shiomitsu, de toque moderno. El arpista entregaba una energía contagiante, y ya demostraba una forma fina y elegante de ejecutar pero no menos apasionada.

El primer invitado fue Kike Pedersen, para hacer a dúo su obra “Maitei América”, de mucha fuerza y atractiva sonoridad. Siguió con la tierna balada “Tesorito”, de Mika Agematsu, con algunos pasajes de notas que evocaban nostalgia. Portillo entregó una interpretación muy sentida y recibió gritos de “¡bravo!”. Cerró esta parte con Eduardo Zalazar como invitado, para tocar su creación, una enérgica y sutil “Ecos de amor”.

Después Portillo dio una sorpresa fuera de programa, pues presentó a su hijo Martincito, con quien tocó el tema “Carrerape”.

En el intermedio subió Tierra Adentro, con temas como “Che la reina”, “Lucerito Alba” y “13 Tuyutí”. El arpista presentó a su vuelta “Paraguay”, otra obra suya, de renovados aires y un sonido jugado, que muestra cómo se puede hacer de la música tradicional o popular paraguaya algo nuevo sin caer en lo rebuscado. Luego hizo la animada melodía “Vino blanco”, de Kiko Poncho, y seguidamente invitó a Marcelo Rojas para hacer “Hechizo del Itakaru”.

“Espléndida”, otra creación suya, fue como su nombre lo indica, mientras el público aplaudía y gritaba, y él agradecía. Con mucha polenta ejecutó este frenético tema y fue ovacionado. Gran final dio con “Tren lechero”, y recibió una instantánea ovación de pie y un reclamo de “¡otra!”, a lo que cumplió con “Pájaro campana”.

Portillo se destacó por una gran entrega en cada tema, se veía feliz y se disfrutaba de ello, así como de esta propuesta realmente innovadora para el repertorio arpístico. victoria.martinez@abc.com.py

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