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Un público que no llegaba a las 1.000 personas, pero intenso y fanático a más no poder disfrutó del recital del grupo charrúa. Desde niños hasta mayores se sabían todas las letras de principio a fin y las coreaban a gritos mientras no paraban de saltar.
“El aprendiz”, “Ya no sé qué hacer conmigo” y “El hijo de Hernández” sonaron en las primeras horas del domingo cuando saltó a escena el ahora quinteto.
“Buenas noches queridos amigos, ya se había hecho un poco larga la ausencia del Cuarteto aquí en tierras asunceñas, recordamos el primer recital (en 2011) con muchísimo cariño, esa vez nos encontramos con un público maravilloso que se sabía todas las canciones, como hoy”, expresó el vocalista y guitarrista Roberto Musso, antes de cantar “Habla tu espejo, “Así soy yo”, y “Cuando sea grande”.
Para “Breve descripción de mi persona”, Musso se sienta a escribir en una computadora, como preparando su currículum vitae, donde más que describir estudios u otras cosas, describe su realidad de vida. En “Todos pasan por mi rancho”, solo con su guitarra, el cantante creó el momento más íntimo y acústico de la noche.
Santiago Tavella, el bajista, hizo a un lado su instrumento para adueñarse del micrófono en “Enamorado tuyo”, “Pobre papá” y “Whisky en Uruguay”, con divertidos pasos de baile. A esta última canción le cambió la letra por Paraguay, logrando encender así más a la gente.
No se puede encasillar al “Cuarteto de Nos” como una banda netamente de rock, aunque es el ritmo base sobre el cual juegan con otros estilos, pues transforman a dicho género combinándolo con rap, pop, hasta con cumbia tecno y más. La verdad es que hacen de todo en un mix musical que se disfruta.
“No llora”, “Roberto”, “Lo malo de ser bueno”, “Miguel gritar”, “Invierno del 92”, “Buen día Benito” y las infaltables “Yendo a la casa de Damián” y “Me amo”, completaron un delirante show de dos horas.
Todas las canciones son bien diferentes en cuanto a melodías y contenido. Letras geniales, ácidas en su mayoría pero sinceras, hablan de la sociedad, de las personas, y cantan también al amor, pero escupiendo verdades acerca de las relaciones.
Además, todos los músicos se entregan en escena con mucha potencia y también con humor. Tampoco se visten como rockeros, sino más bien como la mezcla musical que ofrecen, con ropas coloridas y llamativas. Sin dudas el acontecimiento será memorable para sus fans.
Los Chamos del Momento y Bohemia Urbana hicieron lo suyo como soportes, haciendo entrar en calor a todos. victoria.martinez@abc.com.py