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La colonia menonita se llenará de música, como sucede en cada sede del seminario. Pero para que todo salga bien hay una gran organización a la que Luis Szarán denomina como “la orquesta que no se ve”.
Neuland será el epicentro de la explosión musical que se vivirá en el departamento de Boquerón, que tendrá réplicas en Loma Plata, Filadelfia y Mariscal Estigarribia. Esta edición del seminario de orquestas juveniles promovido por Sonidos de la Tierra y la Fundación Tierranuestra, más que un encuentro dedicado a la música, tendrá como objetivo ofrecer a los participantes una experiencia rica en naturaleza, historia y cultura.
“Estos seminarios son espacios de integración y de aprendizaje musical. Es tanto lo que se aprende, que uno sale fortalecido, y el Chaco es el desafío de este año”, nos dijo Lucha Abbate, de Tierranuestra.
Más de mil niños y jóvenes de todo el país llegarán a Neuland desde hoy. Para ofrecer una buena recepción a tanta gente, la organización ha desarrollado un trabajo constante al que denomina “la orquesta que no se ve”, que se desarrolló con la experiencia vivida en todos los seminarios realizados en los casi 15 años de Sonidos de la Tierra.
“La orquesta que no se ve” moviliza a toda la comunidad. Para lograr el éxito en cada seminario, la comunidad anfitriona debe sumarse de una manera protagónica. Si bien hay un equipo que trabaja con los padres de los niños y jóvenes, así como con las instancias de liderazgo de cada comunidad, son los locales los que deben administrar el seminario.
“Gracias a toda la experiencia adquirida en los campamentos anteriores, que está puesta en una Guía de Buenas Prácticas, se distribuyen las responsabilidades. Así, al comienzo se ponía el 80 por ciento, pero hoy en día la comunidad tiene un mayor protagonismo y solo el 20 por ciento ponemos desde la Fundación Tierranuestra”, señala Abbate.
“La gente ha aprendido a trabajar con planificación. Este ha sido un trabajo de motivación con la gente para que se den cuenta de que ellos pueden hacerlo, que son constructores de su propio destino. Nosotros solo ayudamos a soñar, y ellos desarrollan sus propias potencialidades, sus liderazgos”, refiere Luis Szarán.
“Esto no es beneficencia; es trabajar asociados, y es la gente la que genera los recursos. Del dinero público solo corresponde 2 por ciento en el presupuesto del seminario”, agrega Szarán, quien está al mando de Sonidos de la Tierra desde su creación, en 2002.
El Chaco suena
El seminario se denomina “El Chaco suena” y ofrecerá talleres instrumentales, ensayos orquestales, talleres de desarrollo comunitario y talleres de integración a través del gran juego “La historia es nuestra” en el Fortín Boquerón, el torneo Copa Samu’û y una gran yincana.
Cada noche habrá conciertos, en Neuland y en las otras ciudades participantes: en Loma Plata, el martes 19; en Filadelfia y en Mcal. Estigarribia, el miércoles 20, y el Megaconcierto, con la orquesta integrada por todos los participantes, el jueves 21, en Neuland.
“Los festivales y seminarios constituyen una de las principales actividades impulsadas por Sonidos de la Tierra como espacios de intercambio orientados al desarrollo y fortalecimiento de nuevas técnicas musicales, la integración personal y comunitaria, el desarrollo de valores a través de la música, y representan el más claro ejemplo de integración, autogestión, organización e impacto del programa en cada comunidad”, dijo Lucha Abbate.