El centenario cineasta Manoel de Oliveira murió

El mundo del cine rendía un último homenaje ayer a su decano, el cineasta portugués Manoel de Oliveira, fallecido el jueves a los 106 años tras una larga carrera que lo llevó del cine mudo a la era digital. En un último guiño póstumo, legó un largometraje autobiográfico.

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LISBOA (AFP). El filme fue rodado en 1982 y permanecía inédito. Se titula “La visita o Memorias y confesiones”, y será desvelado al gran público a lo largo de este mes.

El gobierno portugués decretó dos días de duelo nacional en homenaje a quien contribuyó a hacer brillar la cultura lusa en el resto del mundo.

“Vamos a extrañar a un gran hombre y un gran cineasta que hizo mucho por Portugal”, comentó uno de sus nietos, el actor Ricardo Trepa, quien trabajó en varias películas de su abuelo, entre ellas “Je rentre à la maison” (Regreso a casa, 2001), donde Michel Piccoli encarna a un viejo actor que se interroga sobre la soledad, la muerte y la vejez tras perder a su familia.

“Rodó casi todos los filmes que quiso y logró trabajar hasta sus 106 años. Hace 15 días, todavía estaba al pie del cañón para realizar una última obra”, dijo a la prensa.

Con este último proyecto inacabado, su filme testamento sera “O Velho do Restelo” ("El viejo de Restelo”, 2014), que se inspiraba del poema épico “Las Lusíadas” de Luis de Camoes.

Nacido el 11 de diciembre de 1908 en Oporto, Oliveira comenzó como figurante con 20 años en el cine mudo, antes de situarse detrás de las cámaras. Realizó cerca de medio centenar de películas y documentales. Rodó su primer metraje en 1931, pero produjo lo esencial de su obra después de los 60 años.

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