Cargando...
Hijo de una pianista y de un guitarrista, Viglietti utilizó en sus composiciones elementos de la música clásica, de la popular e incluso del rock. A partir de su segundo disco, “Hombres de nuestra tierra” (1964), comenzó a trabajar en la musicalización de poemas de escritores como los españoles Rafael Alberti y Federico García Lorca, el cubano Nicolás Guillén, entre otros. En 1969 compuso “A desalambrar” (1969), que se convirtió en un himno internacional contra el latifundio y la propiedad privada y que aún hoy es cantada como canción protesta en las universidades. El propio Víctor Jara, amigo de Viglietti y asesinado por militares tras el golpe de Estado de 1973 en su país, ayudó con su voz a popularizar “A desalambrar” como una de las canciones de cabecera de los que apoyaron el gobierno del socialista Salvador Allende (1973-1990).
Viglietti fue amigo íntimo de Mario Benedetti, con quien compartió muchos escenarios del mundo mezclando música y poesía. Para retomar la lucha que Benedetti llevó a cabo a través de la militancia y de la palabra en la defensa de los derechos humanos, ayudó a conformar la Fundación Benedetti y ocupó su directorio junto a otras destacadas personalidades de la cultura uruguaya.
La represión política y social previa a la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985) llevó a que Viglietti fuera apresado por las autoridades, desatándose una campaña internacional para su liberación en la que participaron Julio Cortázar, Jean Paul Sartre y François Mitterrand, entre otros. Tras su liberación y con la llegada de la dictadura se vio obligado a exiliarse en Argentina y Francia hasta que pudo regresar a Uruguay en 1984.
Durante el resto de su vida mantuvo un compromiso por la defensa de los derechos humanos. Desde 1994 conducía el programa radiofónico “Tímpano”, en Radio El Espectador, en el que repasaba la historia y la cultura de la música.
Falleció el lunes, a los 78 años, por un problema cardiaco mientras era sometido a una operación quirúrgica.