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NUEVA YORK, 15 de mayo de 2015 (AFP y EFE). Afectado por nuevos problemas de salud, B.B. King había sido hospitalizado a principios de mes en Las Vegas por una deshidratación, según su hija Patty King.
“El rey del blues”, como se le conocía mundialmente, llevó una vida de sucesivas giras, conquistando al público de unos cien países con su guitarra y canciones de amor y de angustia como “The thrill is gone” y “How blue can you get”.
Artista consumado de voz ronca, consiguió enganchar a todas las audiencias: desde el tradicional público afroamericano hasta los fanáticos del pop y del rock. Llegó a dar hasta 300 conciertos al año y fue el músico de blues que más premios Grammy recabó. Por su sentido del espectáculo y su prolífica carrera, quizá sea el músico de blues que más ha influido en el rock.
Referente de Eric Clapton, King también acompañó en una gira a los Rolling Stones en 1969 y a U2 veinte años después, consiguiendo acercar el blues a todas las generaciones.
Si bien sufría de una diabetes crónica y de una dolencia en las rodillas que no le permitía tocar de pie, King aseguró en una entrevista a la AFP en 2007 que su “enfermedad” más importante se llamaba “¡Necesito más!”, prometiendo tocar “hasta la muerte”.
Nació el 16 de setiembre de 1925 en Itta Bena, Mississippi. Comenzó tocando guitarra con su primo. En 1951 grabó “Three o’clock blues” , que se convirtió en su primer “hit”. En 2006 recibió la “Medalla presidencial de la libertad”, la más alta distinción civil de Estados Unidos.