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Su última muestra fue inaugurada en agosto pasado y la compartió con Virginia Rojas Holden.
Sonriente sentado en un sofá, Michael Burt recibía a los visitantes de la muestra que realizó con Rojas Holden en la galería Multiarte. La inauguración en la Alianza Francesa fue postergada hasta próximo aviso.
Michael Burt era arquitecto de profesión y eso se reflejaba en sus obras, dedicada a edificios coloniales desde hace más de treinta años. Nació en Asunción, el 28 de junio de 1931. Estudió arquitectura y artes plásticas en el Brasil, donde regresó en 1959.
Su primera exposición en Asunción data de 1962.
En 1966 fue uno de los fundadores del ya desaparecido Museo de Arte Moderno de Asunción. En 1975 obtuvo la Medalla de Plata en el Salón del Automóvil Club de Río de Janeiro.
“La paleta de Michael es extraordinaria. De ninguna manera usa sus pigmentos como lo haría un pintor de obra, pero si su selección y aplicación para descubrir la suma y substancia como lo haría un cubista, para excitar el ojo y embellecer las formas”, dijo Michael Oliver acerca de su obra en el libro “Gente de Arte - producción de los 90”.
En el mismo libro, la crítica Adriana Almada manifiesta: “Hay silencio expectante en cada una de las calles solitarias, ajenas a toda presencia humana o animal. Los espacios, casi metafísicos, quietos, desprovistos de atmósfera terrenal insinúan captaciones akáshicas de un Paraguay perdido en el tiempo y la memoria... Y al final, solos frente a sus planos definitivamente concebidos y cromáticamente realizados, la expectativa de un algo transcendente nos asalta”.
La pintura de Michael Burt fue cambiando desde los años sesenta, hasta mediados de los ochenta, en que adoptó la temática arquitectónica. Primeramente, realizaba obras de carácter abstracto. Luego, en los setenta sumó elementos geométricos a su obra, recurriendo principalmente al azul y al negro, sobre fondos blancos planos, y por último, las casas coloniales, en calles vacías.
“Evidentemente que, dentro de este mundo no cabe la presencia humana. De allí la soledad de sus calles, de sus edificios de ventanas cerradas. Solo de vez en cuando una luz, atrás de los cristales, parece insinuar que allí hay alguien dentro, alguien que encendió una lámpara, alguien que se resguarda de aquellos espacios vacíos”, había dicho Jesús Ruiz Nestosa, en 2002, al cumplirse cuarenta años de la primera muestra de Burt.
Sus restos son velados desde ayer en el Centro Cultural de la República El Cabildo. Burt fue nombrado Maestro del Arte en 2009 por dicha institución.