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Este volumen incluye otra novela corta de Miguel de Cervantes Saavedra, “El amante liberal”.
“El amante liberal” es una de las pocas novelas de Cervantes que tienen personajes y escenarios extranjeros. La acción se desarrolla en Turquía y los personajes son sicilianos.
Trata acerca de las peripecias de dos jóvenes enamorados, Leonisa y Ricardo. Comienza con un lamento de Ricardo quien nos cuenta cómo él y Leonisa cayeron en cautividad. Una tormenta separa las naves en que iban, haciendo naufragar a la de Leonisa, por lo cual la cree muerta.
Una vez terminado este relato que hace al Virrey Mahamut, le acompaña a presenciar la toma de mando de Hazan, que ocurre en las afueras de Nicosia; a la tienda de Mahamut llega un judío a vender a una esclava, que no es otra que Leonisa. Todos quieren comprarla, todos la compran, pero como no logran ponerse de acuerdo en quién va a quedarse con ella, pasa a poder del Gadi, para regalársela al Sultán.
Para ganarse el favor de sus amos, los dos cristianos tienen que servir de intermediarios de sus amores. Leonardo consigue de esta forma volver a ver a Leonisa, quien le cuenta los sucesos ocurridos desde que la tormenta hizo naufragar su nave.
Algunos estudiosos cervantinos señalan que en esta novela Cervantes describe varios aspectos que vivió mientras él mismo fue cautivo en su juventud. Él conoció muy bien la vida de cautivo.
Sexto de los siete hijos del matrimonio de Rodrigo de Cervantes Saavedra y Leonor de Cortinas, Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá entre el 29 de setiembre (día de San Miguel) y el 9 de octubre de 1547, fecha en que fue bautizado en la parroquia de Santa María la Mayor.
La familia de su padre conocía la prosperidad, pero su abuelo Juan, graduado en leyes por Salamanca y juez de la Santa Inquisición, abandonó el hogar y comenzó una errática y disipada vida, dejando a su mujer y al resto de sus hijos en la indigencia, por lo que el padre de Cervantes se vio obligado a ejercer su oficio de cirujano barbero, lo cual convirtió la infancia del niño en una incansable peregrinación por las más populosas ciudades castellanas. Por parte materna, Cervantes tenía un abuelo magistrado que llegó a ser efímero propietario de tierras en Castilla.
Estos pocos datos acerca de las profesiones de los ascendientes de Cervantes fueron la base de la teoría de Américo Castro sobre el origen converso (judíos obligados a convertirse en cristianos tras 1495) de ambos progenitores del escritor.