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El show pone en relieve el duro entrenamiento en gimnasia artística, junto a un llamativo vestuario y una muy buena iluminación.
El documental taiwanés “¡Salten chicos!” retrata como un grupo de niños, desde muy temprana edad, reciben entrenamiento en gimnasia artística. Algo similar habrá ocurrido con los integrantes del Circo Imperial de China, que en la noche del jueves ofrecieron la primera de su serie de presentaciones en el León Coundou, haciendo gala de años de trabajo físico de alto nivel.
En una conjunción de acrobacias, música, baile y malabares, el espectáculo va relatando la historia de “La bella durmiente”, poniendo énfasis en los dotes de los integrantes para las diferentes disciplinas gimnásticas.
En los primeros números, los artistas cautivan al público con su capacidad de mantener equilibrados unos platos sostenidos sobre un palo de madera, mientras realizan una serie de piruetas.
También logran impactar las contorsionistas, que se doblan como si fueran de goma. Una de ellas, mantiene objetos en equilibrio en sus cuatro extremidades mientras solo se sostiene con la boca.
Otro de los números llamativos tiene como protagonista a una bailarina que consigue pararse en puntas, con un solo pie, sobre la cabeza de su compañero.
A diferencia de otros circos, este no cuenta con payasos ni números de magia, pero ofrece además acrobacias en tela, saltos mortales, y un entretenido momento de malabarismo con coloridos sombreros.
A lo largo de todo el show, la cultura china se transmite a través de la música y elementos característicos como los diábolos y las sombrillas.
Un espectáculo digno de disfrutar con toda la familia, por la gran calidad de sus artistas y un muy buen despliegue técnico, sobre todo en lo que respecta a la iluminación.
Las funciones son hoy a las 17:30 y 20:30, y mañana a las 16:30 y 20:30. Las entradas están a la venta en la Red UTS, con precios entre 70.000 y 180.000 guaraníes.
malonso@abc.com.py