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Ricardo Scavone Yegros y Liliana Brezzo explican en esta segunda parte de las respuestas que ambos en conjunto dieron a las preguntas formuladas por ABC sobre su libro que saldrá mañana a qué se debió el aislacionismo del Paraguay en tiempos de Francia y cómo se fue abriendo luego el país al mundo, con los gobiernos sucesivos.
Dichos autores escribieron "Historia de las relaciones internacionales del Paraguay", el decimonoveno volumen de la Colección La Gran Historia del Paraguay, de la Editorial El Lector, una obra que será fundamental para entender el desarrollo de la inserción del Paraguay en el mundo en las distintas etapas de la vida nacional.
Existe un consenso para calificar a la política exterior del doctor Francia como de aislamiento, enclaustramiento o política de caracol ¿Podrían aclararnos qué factores intervinieron para la adopción de esta conducta?
Las diferencias con el gobierno de Buenos Aires y su creciente hostilidad hacia la República del Paraguay, así como la inestabilidad generada por las luchas armadas en el litoral paranaense, que ponían en riesgo las operaciones mercantiles por las continuas intervenciones y vejámenes a la navegación fluvial, determinaron la reducción significativa del comercio del Paraguay con el exterior y una interrupción casi completa de los contactos formales con otros gobiernos. El aislamiento se impuso, gradualmente, ante las amenazas externas y se acomodó al sistema de gobierno y los objetivos políticos del doctor Francia, centrados en conservar la paz, la quietud y la tranquilidad interior y exterior, al igual que la independencia del país.
¿Qué ocurrió luego de la muerte de Francia, en 1840?
A partir del gobierno consular, en 1841, y luego, con la asunción al gobierno de Carlos Antonio López, en 1844, el aislamiento internacional comenzó a ser abandonado. El Estado paraguayo levantó las restricciones al comercio exterior, aunque mantuvo el control de las operaciones mercantiles, y se reservó el monopolio de las exportaciones de yerba mate y maderas, lo que le permitió asegurar, sobre todo al abrirse la navegación del Paraná en 1852, importantes ingresos. A la apertura comercial se sumó una apertura de las relaciones con el exterior.
¿Cuáles fueron los objetivos de Carlos Antonio López en materia internacional?
En los primeros años de gobierno de Carlos Antonio López, la cuestión central fue la del reconocimiento de la independencia paraguaya, discutida o negada por la Argentina, y respaldada, por intereses propios, por el Brasil. Obtenido este objetivo, el Gobierno del Paraguay se concentró en finiquitar las cuestiones sobre límites con los países vecinos y la controversia con el Brasil en torno a la libre navegación del río Paraguay. Paralelamente se propuso afianzar las relaciones con las potencias europeas, una de cuyas manifestaciones más importantes fue el envío, en el año 1853, de una misión especial a Europa, encabezada por el general Francisco Solano López.
Al asumir Francisco Solano López la presidencia, ¿continuó con esta política exterior?
Al asumir la Presidencia, Francisco Solano López ya no creía compatible con los intereses nacionales la política de no intervención en las cuestiones del Plata que habían sostenido sus antecesores.
En función del desarrollo que había logrado, el país precisaba aumentar su comercio con el exterior, a fin de asegurar la continuidad y el ritmo de sus inversiones. Esto lo impulsaría a abandonar definitivamente su ais- lamiento y a proyectarse cada vez más allá de sus fronteras.
¿Cuál fue la consecuencia de eso?
Las irresueltas cuestiones de límites y de navegación con el Brasil y con Argentina, a las que se sumó la situación interna del Uruguay a modo de catalizador de los desencuentros regionales fueron las principales materias que condicionaron el estallido de la guerra contra la Triple Alianza.
Sin duda, fue la prueba más difícil que la República del Paraguay debió soportar para el sostenimiento de su independencia. La conflagración destruyó las bases que permitían que el país mantuviese una política comercial autónoma, y debilitó casi hasta la inanición la soberanía estatal.
Existen investigaciones en las que se muestra lo que significó la guerra, para el Paraguay, en los planos político, económico y social. Además de las consecuencias en materia de límites, ustedes analizan una cuestión poco conocida, la de la deuda de guerra. ¿Cuál fue su importancia?
Los artículos 14 y 15 del Tratado de la Triple Alianza estipulaban que los aliados exigirían del gobierno del Paraguay el pago de los gastos de la guerra que se hubieran vistos obligados a aceptar, así como la reparación e indemnización de los daños y perjuicios causados a sus propiedades públicas y particulares.
¿Cómo incidió eso en la reconstrucción del Paraguay?
Las deudas de guerra con Argentina y Brasil se constituyeron por más de medio siglo en una carga enorme que pesaba sobre el Paraguay.
Dichos autores escribieron "Historia de las relaciones internacionales del Paraguay", el decimonoveno volumen de la Colección La Gran Historia del Paraguay, de la Editorial El Lector, una obra que será fundamental para entender el desarrollo de la inserción del Paraguay en el mundo en las distintas etapas de la vida nacional.
Existe un consenso para calificar a la política exterior del doctor Francia como de aislamiento, enclaustramiento o política de caracol ¿Podrían aclararnos qué factores intervinieron para la adopción de esta conducta?
Las diferencias con el gobierno de Buenos Aires y su creciente hostilidad hacia la República del Paraguay, así como la inestabilidad generada por las luchas armadas en el litoral paranaense, que ponían en riesgo las operaciones mercantiles por las continuas intervenciones y vejámenes a la navegación fluvial, determinaron la reducción significativa del comercio del Paraguay con el exterior y una interrupción casi completa de los contactos formales con otros gobiernos. El aislamiento se impuso, gradualmente, ante las amenazas externas y se acomodó al sistema de gobierno y los objetivos políticos del doctor Francia, centrados en conservar la paz, la quietud y la tranquilidad interior y exterior, al igual que la independencia del país.
¿Qué ocurrió luego de la muerte de Francia, en 1840?
A partir del gobierno consular, en 1841, y luego, con la asunción al gobierno de Carlos Antonio López, en 1844, el aislamiento internacional comenzó a ser abandonado. El Estado paraguayo levantó las restricciones al comercio exterior, aunque mantuvo el control de las operaciones mercantiles, y se reservó el monopolio de las exportaciones de yerba mate y maderas, lo que le permitió asegurar, sobre todo al abrirse la navegación del Paraná en 1852, importantes ingresos. A la apertura comercial se sumó una apertura de las relaciones con el exterior.
¿Cuáles fueron los objetivos de Carlos Antonio López en materia internacional?
En los primeros años de gobierno de Carlos Antonio López, la cuestión central fue la del reconocimiento de la independencia paraguaya, discutida o negada por la Argentina, y respaldada, por intereses propios, por el Brasil. Obtenido este objetivo, el Gobierno del Paraguay se concentró en finiquitar las cuestiones sobre límites con los países vecinos y la controversia con el Brasil en torno a la libre navegación del río Paraguay. Paralelamente se propuso afianzar las relaciones con las potencias europeas, una de cuyas manifestaciones más importantes fue el envío, en el año 1853, de una misión especial a Europa, encabezada por el general Francisco Solano López.
Al asumir Francisco Solano López la presidencia, ¿continuó con esta política exterior?
Al asumir la Presidencia, Francisco Solano López ya no creía compatible con los intereses nacionales la política de no intervención en las cuestiones del Plata que habían sostenido sus antecesores.
En función del desarrollo que había logrado, el país precisaba aumentar su comercio con el exterior, a fin de asegurar la continuidad y el ritmo de sus inversiones. Esto lo impulsaría a abandonar definitivamente su ais- lamiento y a proyectarse cada vez más allá de sus fronteras.
¿Cuál fue la consecuencia de eso?
Las irresueltas cuestiones de límites y de navegación con el Brasil y con Argentina, a las que se sumó la situación interna del Uruguay a modo de catalizador de los desencuentros regionales fueron las principales materias que condicionaron el estallido de la guerra contra la Triple Alianza.
Sin duda, fue la prueba más difícil que la República del Paraguay debió soportar para el sostenimiento de su independencia. La conflagración destruyó las bases que permitían que el país mantuviese una política comercial autónoma, y debilitó casi hasta la inanición la soberanía estatal.
Existen investigaciones en las que se muestra lo que significó la guerra, para el Paraguay, en los planos político, económico y social. Además de las consecuencias en materia de límites, ustedes analizan una cuestión poco conocida, la de la deuda de guerra. ¿Cuál fue su importancia?
Los artículos 14 y 15 del Tratado de la Triple Alianza estipulaban que los aliados exigirían del gobierno del Paraguay el pago de los gastos de la guerra que se hubieran vistos obligados a aceptar, así como la reparación e indemnización de los daños y perjuicios causados a sus propiedades públicas y particulares.
¿Cómo incidió eso en la reconstrucción del Paraguay?
Las deudas de guerra con Argentina y Brasil se constituyeron por más de medio siglo en una carga enorme que pesaba sobre el Paraguay.