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El encuentro de muralistas sudamericanos culmina hoy luego de más de diez días de trabajo.
El recorrido se inició poco después de las 13:30 en el estacionamiento del hotel Zaphir. Allí Saile, de Chile, y Entes, de Perú, en la pared de unos 30 metros del hotel pintaron dos rostros humanos. “La obra simboliza la desconexión de la Madre Tierra de los que vivimos en el cemento”, dijeron ambos tras la consulta de Ferreiro.
El intendente se mostró muy interesado en todas las obras y fue consultando con los artistas sobre cada una. “Es un honor para la Municipalidad haber impulsado este proyecto. Entramos en lo que son las grandes intervenciones y es importante que haya artistas paraguayos que participen en este emprendimiento”, señaló.
“Destacamos que no se afectaron edificios históricos sino fachadas descuidadas u otras cuyos propietarios estuvieron de acuerdo. Ojalá que esto genere un movimiento y que tengamos cada año algo similar. Celebro que la gente se haya apropiado de esto. Son los habitantes de la ciudad los dueños de todo antes que las autoridades”, remarcó.
Ayer se comentó que el festival tuvo un costo estimado de G. 500 millones, que incluyó alquiler de grúas, ascensores y andamios especiales. Pintura traída especialmente, seguro contra accidentes, etcétera.