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El famoso Mr. White de la exitosa serie televisiva Breaking Bad personifica en esta cinta a un padre celoso y conservador que no puede soportar que su amada hija esté de novia con el alocado magnate de los videojuegos Laird (Franco).
Comedia navideña que sobresale por sus salidas excéntricas, enfocada en el choque cultural que conlleva la vieja empresa familiar que va perdiendo fuerza ante el avance de nuevos emprendimientos relacionados con el mundo de internet. Cranston es Ned, el propietario de una imprenta en Michigan que está perdiendo clientes ante la cada vez más escasa utilización de todo tipo de impresos.
Franco, en cambio, es un joven que sin haber ingresado en la facultad se ha convertido en un genio de las computadoras y es el creador de uno de los juegos más populares a nivel mundial. Ned no puede entender cómo su hija se ha enamorado de él. Ella, sin embargo, sostiene que ambos son muy parecidos, aunque, a simple vista, son tan diferentes como el día y la noche.
El filme se mofa tanto de las costumbres acartonadas de la sociedad conservadora norteamericana como de los nuevos ricos que despilfarran su fortuna en excentricidades absurdas. Pero no es un filme sarcástico e incisivo.
Es una comedia sobre el viejo tema del padre celoso que no tolera al novio de su hija. Un cambio de enfoque en relación a Los padres de mi novia, principalmente en la cuestión de poder. En esta ocasión, quien manda es el yerno.
sferreira@abc.com.py