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Junto con “La casa de Bernarda Alba”, “Yerma” y “Bodas de sangre”, “Doña Rosita la soltera”, que lleva como subtítulo “El lenguaje de las flores”, conforma la obra referencial de la dramaturgia de Federico García Lorca. En ella, las protagonistas esenciales son de nuevo las mujeres, inmersas muchas de ellas en el drama del amor imposible.
García Lorca inserta en un marco lírico un drama en el que se conjugan la traición a los sentimientos de los demás, el doloroso e inexorable paso del tiempo, la hipocresía social, la indefensión de las mujeres ante el avasallamiento del poder viril y una melancolía por las cosas perdidas y por las que se perderán, que sobrevuela sobre la vida de cada personaje, de acuerdo con el prólogo de esta edición, escrito por Bernardo Neri Farina.
Si bien Rosita es el centro de la historia –de acuerdo con el referido prólogo–, dos mujeres, la Tía y el Ama, se destacan en su intención de alzar su voz ante las desigualdades y las injusticias cometidas contra sus congéneres: “Ese es el defecto de las mujeres decentes de estas tierras. ¡No hablar! No hablamos y tenemos que hablar”. Esta sentencia de la Tía refleja la necesidad de una rebelión ante las circunstancias que le tocaban vivir a las de su sexo en aquellos primeros años del siglo XX.
En medio del drama, durante el desarrollo de la obra emerge la poesía de Federico, con su canto perfecto de formas y sublime en expresión.
La Colección Clásicos Universales, con esta publicación, rinde homenaje a uno de los más grandes representantes de las letras en lengua española. Aquí está Federico García Lorca con su generosa sencillez y la emoción plena de su genio, para conmovernos una vez más. Ahora, con la pena de Rosita, eje de una historia que es el eco de otras similares que siguen resonando a lo largo del tiempo.
Federico García Lorca, el gran poeta y dramaturgo español, nació en Fuente Vaqueros, en la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía, el 5 de junio de 1898.
Escribió tanto poesía como teatro, si bien en los últimos años se volcó más en este último, participando no sólo en su creación sino también en la escenificación y el montaje.
En sus primeros libros de poesía se muestra más bien modernista, siguiendo la estela de Antonio Machado, Rubén Darío y Salvador Rueda. En una segunda etapa aunó el Modernismo con la Vanguardia, partiendo de una base tradicional.
En cuanto a su labor teatral, lo visual es tan importante como lo lingüístico, y predomina siempre el dramatismo.
Federico García Lorca murió fusilado el 19 de agosto de 1936 por las fuerzas franquistas, en plena Guerra Civil española.