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El largometraje “Hasta que Sbórnia nos separe”, dirigido por Otto Guerra, abrirá hoy el ciclo presentando una historia basada en el espectáculo teatral “Tangos y Tragedias”. La trama se sitúa en Sbórnia, un pequeño país que siempre vivió aislado del resto del mundo, hasta que un día cae el muro que lo rodea. La historia será narrada desde el punto de vista de dos músicos, Kraunus y Pletskaya, quienes observarán las distintas reacciones de sus compatriotas ante esta nueva realidad.
El filme fue ganador de los premios de la audiencia en los festivales de São Paulo y Gramado, además de obtener una nominación para los Premios Platino.
Para mañana, se prevé la proyección de “Ritos de pasaje”, un filme de Chico Liberato que gira alrededor de dos personajes típicos del nordeste, el Santo y el Guerrero. Luego de morir, estos personajes reflexionan acerca de su vida en la Tierra mientras navegan en un barco que los conduce a lo largo del río que, según la mitología griega, divide el mundo de los vivos del de los muertos.
El cierre será el viernes con la proyección de seis cortometrajes, en los que se podrá apreciar el uso de diversas técnicas de animación. En “Égun”, Helder Quiroga utiliza la técnica de la rotoscopía para contar una historia acerca de un pescador que trata de comprender los hechos que llevaron a la muerte de su padre.
“Yo quería ser un monstruo”, de Marcelo Marão, presentará a un niño con bronquitis y muchas dificultades con las matemáticas, a través de la técnica stop motion. De este mismo director también se proyectará “Hasta la China”, un divertido recorrido por el país oriental, realizado en un formato de animación 2D.
Igualmente se podrán ver “Vida María”, de Márcio Ramos, con gráficas en 3D; el premiado cortometraje “El proyecto de mi padre”, de la dibujante Rosalía Moreira; y “Guida” de Rosana Urbes.