Cargando...
Fue el Chavo de la gorra con orejeras que dormía en un barril; el Chapulín colorado, el superhéroe torpe vestido de rojo y un gran corazón amarillo; y el doctor Chapatín, un médico olvidadizo que siempre cargaba una bolsa de comida. Por esos personajes, que sin duda le sobrevivirán, Gómez Bolaños siempre será recordado en México y en otros países latinoamericanos.
El apodo de “Chespirito”, una forma castellanizada del nombre del dramaturgo inglés Shakespeare, se lo puso el director de cine Agustín Delgado por su inagotable imaginación y su pequeña estatura, de poco más de 1,60 metros.
Gómez Bolaños nació el 21 de febrero de 1929 en Ciudad de México. Estudió ingeniería, pero nunca acabó la carrera. Comenzó a trabajar en una agencia de publicidad a los 22 años y, años más tarde, comenzó su actividad como guionista escribiendo para radio, programas de televisión y guiones para cine.
En 1968 consiguió tener su primer espacio televisivo propio, donde nacieron sus primeras series: “Los Supergenios de la Mesa Cuadrada” y “El Ciudadano Gómez”.
Para 1970 su espacio se duplicó con la serie “Chespirito”, donde se incluían diferentes escenas de humor y fue allí cuando nacieron personajes como el Chapulín Colorado y el Chavo del Ocho. Ambos personajes tuvieron tanto éxito que pasaron a protagonizar sus propias series en México.
En 1973 ambos programas se transmitían en casi toda América Latina y fueron doblados a otros idiomas.
Llegaron para Gómez Bolaños los años de viajar por toda América Latina y de llenar estadios de fútbol y famosos auditorios como el Luna Park de Buenos Aires o el Madison Square Garden de Nueva York, en el que hizo dos espectáculos en 1983.
El comediante también fue creador de varios personajes más, como el Chómpiras, el Doctor Chapatín, Vicente Chambón y Chaparrón Bonaparte.
En 1978, Gómez Bolaños incurrió con éxito en el mundo del cine escribiendo y protagonizando la película “El Chanfle”, en la que interpretó a un aguador del equipo de fútbol de sus amores, el club América, cinta que tuvo un gran éxito de taquilla. Llegarían también “El Chanfle 2”, “Don Ratón y Don Ratero” , “Charrito” y “Música de viento”, entre otras películas.
A partir de 1992 representó en teatro durante varios años la obra 11 y 12, de la cual se hicieron más de 28.000 funciones.
Incluso se atrevió con la poesía. En 2003 lanzó a la venta su libro “Poemas y un poco más” , que evoca las experiencias del autor en distintas circunstancias de la vida y que recrean su pensamiento de una manera más íntima y directa.
Aunque se casó por primera vez con Graciela Fernández, con quien tuvo seis hijos, la mujer de su vida fue la también actriz Florinda Meza, a quien conoció en la serie de El Chavo del Ocho, en la que ella interpretaba el papel de Doña Florinda. Se casó con ella en 2004.
Aunque ya no escribía guiones, en los últimos años se hizo gran aficionado a las redes sociales, hasta ser el mexicano con más seguidores en la red social Twitter, más de 6,6 millones.
Su relación con Paraguay
Si bien hasta ahora sus series pueden verse en la televisión local, Chespirito llegó por única vez al país en noviembre de 1981. El sábado 21 se presentó en el ex Padeco del Club Cerro Porteño y el domingo 22 en el Jardín Botánico. Según consta en el archivo de ABC Color, esta última fue multitudinaria pero breve y en medio de una gran desorganización.
“Un saludo a todos los paraguayos. Me gustaría darlo en guaraní, pero no me lo sé muy bien”, señaló casi tres décadas después el comediante, durante una twitcam realizada en el año 2012.
“Es una de mis canciones favoritas de todo el mundo”, dijo luego entonando junto a Florinda Meza la guarania “Recuerdos de Ypacaraí”.