Cargando...
Las luces se apagan y se prenden tres esferas en el techo. Escuchamos las voces de Cerati, Alberti y Bosio. Luego vemos a un ser enjaulado. De arriba le caen unos auriculares y le envuelve la música de Soda Stereo. Libertad.
Automáticamente el personaje se ve inmerso en un nuevo mundo. Si hacemos un paralelismo con la época en que la banda surgía y lanzaba su primer disco, históricamente coincide con el fin de la dictadura militar argentina. Así Soda Stereo introdujo a la gente a una nueva realidad: su planeta, así como lo hizo el circo.
El espacio circense hace referencia a ese triángulo impenetrable conformado por Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio, al que esta vez y con este espectáculo como vehículo podemos acceder. Cuesta no emocionarse al escuchar ese saludo inicial y que incrementa aún más las expectativas con relación al show.
La escenografía en conjunto con el uso dado a la tecnología es algo asombroso. Por otro lado resultan llamativos los peinados y vestimentas de los artistas, que son como una reinterpretación libre de la extravagancia de Soda Stereo en sus inicios. Se siente una inspiración en la corriente postpunk en la que se formó el grupo.
Durante el show se destacan actos como “Sobredosis de TV”, donde un clown saca a relucir su talento y expresividad, demostrando cómo la saturación de contenidos puede llegar a enloquecer a alguien; “Hombre al agua”, donde un personaje realiza apnea durante todo lo que dura la canción, realmente algo que impresiona a los sentidos, y “Luna roja”, donde una acróbata se suspende colgada del cabello.
Pero otros actos no llegan a deslumbrar, pues sabiendo los antecedentes de esta compañía, uno espera encontrarse con números de mayor dificultad.
Si bien se puede llegar a una reflexión con el inicio, luego el argumento es una mera excusa para que los artistas desplieguen sus habilidades. No hay una narración demasiado consistente ni un concepto del todo claro si uno no lee de antemano la sinopsis.
Lo emotivo es la celebración entre los fanáticos, pues el show sirve como punto de encuentro entre amantes de Soda Stereo. Se vuelve a vivir una magia alrededor de sus canciones, en las cuales hay que destacar el trabajo de mezcla realizado por Bosio y Alberti para adaptarlas a los requerimientos del show.
Euforia
El público, que aunque no llenó el lugar, se mostró sumamente eufórico a medida que iban sonando las canciones de Soda Stereo. Festejaban con palmas y gritos e incluso coreaban con intensidad.
En conclusión, “Sép7imo Día” es un homenaje a toda esa legión de seguidores que, por un momento, pueden volver a sentir la piel de gallina escuchando a Cerati, Bosio y Alberti en un estadio, aunque ya no sean ellos los que están sobre el escenario.
Más acerca del show
Las funciones son hoy y mañana a las 20:30, el sábado a las 17:00 y 21:00, y el domingo a las 16:00 y 20:00.
Las entradas están a la venta en la Red UTS con precios de G. 280.000 a G. 1.300.000 para la función de esta noche. Para las funciones de viernes a domingo cuestan desde G. 310.000 a G. 1.500.000 y se pueden financiar hasta en 6 cuotas sin intereses con las tarjetas de Banco Atlas.
victoria.martinez@abc.com.py - malonso@abc.com.py - arcenio.acuna@abc.com.py
Fotos: Diario