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Bernardo Neri Farina, presidente saliente de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), manifestó que Abente fue “un hombre extraordinario, un paraguayo y poeta de ley”, alguien que supo “llevar tan dentro al Paraguay siendo que se fue muy de niño” a la Argentina.
Al dejar nuestro país, dijo, Abente “se llevó consigo a su patria y su idioma”. El escritor destacó también su “memoria fantástica a la hora de recitar” y que el poeta “pensaba en guaraní”.
A su turno, el periodista y también poeta Mario Rubén Álvarez, quien en vida fuera muy cercano a Abente e incluso el encargado de escribir su biografía, dio una gran semblanza de su vida.
Recordó que de niño ya “le entró la idea de ser médico”. Gracias al esfuerzo y dedicación que puso en su juventud, logró ingresar en la Universidad de Buenos Aires entre los primeros de miles de postulantes y en 1940 se recibió.
Dijo que era también una persona muy sacrificada y cuando no le alcanzaba había veces que vendía diarios o hacía de “sparring”.
En 1948 se casó en Buenos Aires con Eva García Parodi, su enamorada de toda la vida.
Con el transcurso de los años, contó, fue conociendo a personas como José Asunción Flores, Prudencio Giménez, Horacio Guarany, Cayo Sila Godoy, Emilio Vaesken, entre otros.
Abente tenía “la clase de poesía y la fuerza que Flores quería”, señaló Álvarez. Fue por eso que él fue el elegido para dar vida a la letra de “Ñemitÿ”.
El momento de recordación artística estuvo a cargo de Aníbal Lugo, quien interpretó temas que él musicalizó con base en letras de Abente. También el cantante Pachín Centurión, quien estaba entre el público, pidió tomar la guitarra para entregar su homenaje con “Guyraû”.
Finalmente Mauro Lugo, Susy Delgado y Feliciano Acosta leyeron poesías de Abente.