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Con el “mbyja” o Venus brillando sobre el horizonte del oeste, como si emulara a la estrella de Belén, se realizó el concierto “Navidad maravillosa” en los jardines del Museo de Arte Sacro de Asunción.
El encuentro musical, que tuvo por escenario el perfil iluminado de la Villa Lina, fue un homenaje a la memoria de Franca Bó, madre del mecenas Nicolás Latourrette Bó, según explicó Luis Lataza, director académico del centro cultural. También destacó todas las actividades realizadas este año por el museo en favor de la cultura en nuestro país y agradeció la presencia de los miles de visitantes en el 2016.
El concierto reunió a casi 150 músicos en escena con la actuación inicial de la Orquesta Sinfónica de la Policía Nacional, que tiene dos años. Sin embargo, se originó con la Banda de Músicos de la Policía Nacional, que tiene 104 años de vigencia, desde su creación en 1912. La Jazz Band tiene 41 años, pues fue creada en 1975.
La noche navideña arrancó con la interpretación de “Caballería ligera” de Franz von Suppé, que fue muy aclamado por el público. Luego siguió con Carmen, suite de Georges Bizet; Danzón Nº 2 de Arturo Márquez; Fantasía paraguaya, de Luis Álvarez; El canto de mi selva, del gran Herminio Giménez, y Alma llanera, de Pedro Elías Gutiérrez.
Luego tomó el escenario el Coro de Niños de Luque, que había demostrado ya sus cualidades durante la visita del papa Francisco. Deleitaron con Canticorum, de George Frederick Haendel; Gloria in excelsis Deo, obra tradicional francesa; Adeste fideles, John Francis Wade; Rodolfo el reno, de Johnny Marks; Pueri concinite, Villancico australiano; Campanas de Belén, de Manuel Navarro; Din, din, don; Que canten los niños, de José Luis Perales; Dos trocitos de madera, de Maneco Galeano. Estas dos últimas interpretaciones fueron muy aplaudidas y vitoreadas por la gente.
Finalmente, la Jazz Band de la Policía tuvo a su cargo el broche de oro. Abrió con Mack the Knife, de Louis Armstrong. Luego vinieron: All’s well in Wellington, de Bill Cunliffe; American patrol, de Glenn Miller; La pantera rosa, de Herni Mancini; The chicken, de Alfred James Ellis; Choli, de José Asunción Flores con arreglos Remigio Pereira y, finalmente, la magistral In the Mood, de Glenn Miller.
Y como no podían faltar, los fuegos de artificio centellearon en la escalinata de mármol de la Villa Lina.