Buena dosis de “Pastillas“, para gusto de su público

El grupo de rock argentino Las Pastillas del Abuelo ofreció un concierto cargado de energía, ante un encendido público que colmó el Rowing Club. Por casi dos horas, los músicos supieron como deleitar a sus miles de seguidores, en la noche del sábado último.

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Tan solo unos minutos después de las 22:00, uno a uno empezaron a ingresar los miembros de la banda, ante un frenético griterío tanto de hombres como mujeres. Al son de “Saber hacer” y “Milagroso eslabón” dieron inicio a un recital marcado por una energía desbordante, tanto de la banda como del público.

Siguieron con “Absolutismos”, “Tantas escaleras”, “La doctora”, “Me juego el corazón”, “Historias” e “Intruso”. Entre tema y tema, el vocalista “Piti” Fernández se mostró siempre muy conectado con la gente, ya que se acercaba a todos y sin reparos pasaba la mano a quien se le acercaba.

En clima de fiesta total, hicieron también “Rompecabezas de amor”, “¿Qué es Dios?”, “Lo que tenga que ser”, “Desde la postura” e “Inercia”, mientras por todo el lugar se veían banderas, de todos los tamaños y colores, flameando al son de las canciones. Con distintas inscripciones, estas eran de clubes de fanáticos de Paraguay, como también de seguidores argentinos. En cierto momento una bandera gigante se desplegó en toda la platea.

Hacia la recta final, y entre el lucimiento de sus músicos en cada tema, también sonaron “¿Qué pretendo no saber?”, “La creatividad” y “Skalipso”. Fueron intensamente coreadas “Viejo karma”, “Ojos de dragón” y “Otra vuelta de tuerca”, con la que se despedían.

“Gracias por el cariño que nos dieron en esta tercera visita nuestra”, expresó el cantante al final, y prometió volver. Mientras, se tiró abajo, entre la valla que divide al público del escenario, para saludar a quienes estaban en las primeras filas. Luego de retirarse, toda la gente insistió para escuchar un tema más. El grupo volvió así con “El sensei”, enganchado con “La pachanga”, de Vilma Palma, para el delirio de todos.

El grupo luego se despidió definitivamente. Pero el público seguía expectante, y se notaba que el setlist ya no contemplaba otro bis, por lo que volvió el cantante solo con su guitarra para complacer, y cerrar con “Hombre mosca”.

victoria.martinez@abc.com.py

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