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La agrupación neoyorquina exhibió en escena el resultado de los talleres con enfoque inclusivo que dictaron en nuestro país, además de tres piezas de su repertorio.
La compañía, que llegó a Paraguay en el marco de su programa “Dancing to connect” (Bailando para conectar), llevó adelante cinco talleres, en los que participaron bailarines profesionales, estudiantes de danza y personas con diferentes tipos de discapacidad.
Los encuentros estuvieron a cargo de Clement Mensah, Mira Cook, Bethany Mitchell, Robin Cantrell y Sean Scantleburry, quienes desarrollaron las coreografías a partir de los aportes de los participantes.
Al son de “Color esperanza”, el primer grupo abrió el espectáculo, para luego ofrecer una coreografía con música alternativa.
Las sillas de ruedas se constituyeron en un elemento importante en otra de las coreografías, mientras que los no videntes deslumbraron con su gran nivel de coordinación en escena.
Coloridos trajes y mucha solidaridad marcaron las puestas resultantes de los talleres que se desarrollaron en las fundaciones Solidaridad y Saraki, y las academias de Sussy Sacco, Lourdes Llanes y Alex Martínez.
Luego de un intermedio, Robin Cantrell, Mira Cook, Clement Mensah y Sean Scantlebury tomaron el escenario para presentar “Astra”, una puesta que al son de la música de estilo electrónico de Nistirenko, ofreció una muestra de la agilidad, la fuerza y la capacidad interpretativa de los bailarines.
En “Broken bones”, los artistas no solo demostraron su capacidad para bailar, sino para crear música. A través de un micrófono y una consola de efectos, los intérpretes grababan los sonidos que luego se repetían en la música y se traducían con pasos de baile sobre el escenario, sumándose Bethany Mitchell a la coreografía. Cabe destacar la melodiosa voz de Mira Cook, quien compuso la canción que da nombre al cuadro.
Un silencio casi total invadió la sala cuando los cinco bailarines interpretaron “Observatory”, una coreografía de Theo Ndindwa, que se destaca por su fuerza interpretativa. En ella se alternan los dúos, tríos y solos, con algunos momentos de baile grupal.
Jonathan Hollander, director del Battery Dance Company, mencionó antes de iniciar la gala, lo importante que resultó esta visita a Paraguay porque, por primera vez, a todos sus bailarines les asignaron talleres con enfoque inclusivo.
La experiencia no solo sirvió a los participantes de los talleres, sino que nos demostró a todos los presentes que la danza conlleva más corazón que trabajo físico.
malonso@abc.com.py