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FORTÍN BOQUERÓN, Chaco (Sergio Ferreira, enviado especial, y Marvin Duerksen, corresponsal). Los músicos participan en una actividad enmarcada dentro del Seminario de Orquestas Juveniles “El Chaco suena”, que se realiza en la vecina localidad de Neuland. Los jóvenes actuarán esta tarde y noche.
Más de 1.000 talentos musicales de Sonidos de la Tierra, la mayor red física del país, vivieron ayer momentos inolvidables en este exfortín, donde se libró desde el 9 al 29 de setiembre de 1932 la primera batalla de la Guerra del Chaco (1932-1935), entre Bolivia y Paraguay.
La mayoría de los jóvenes asistió por primera vez al histórico sitio.
Los chicos no tocaron en Boquerón, pero sí participaron en actividades recreativas sobre la libertad y la necesidad de organización para lograr objetivos. El lema casi tácito era liberarse del peso de la historia y crear su propia historia.
Al finalizar hicieron una instalación con cuerpos humanos en el que dibujaron el mapa del Paraguay, que fue fotografiada desde una grúa, como un símbolo de este seminario que reúne a jóvenes de todo el país.
“En este lugar, donde si cerramos los ojos aún podemos sentir el olor de la muerte, de todo el país quisimos traer música, pero hoy queremos borrar haciendo esta diferencia, resolver los problemas con un gran abrazo musical. ¡Hay que reescribir la historia que es nuestra. ¡Viva Bolivia, viva Paraguay, viva el Chaco, viva la música!”, manifestó Luis Szarán, director del proyecto Sonidos de la Música, al final del acto.
Esta noche, a partir de las 18:00 se realizará el megaconcierto característico del final de los seminarios de Sonidos de la Tierra. No solo están presentes delegaciones de nuestro país, sino también hay una proveniente de Santa Fe, Argentina, y otra de Punta Porã, Brasil.
Un equipo de videastas de la productora Aura está realizando un documental sobre el seminario, captando historias, que son muchas, como la del más pequeño de este encuentro. Un niño de tan solo 5 años que por temor a no ser aceptado mintió su edad, sumándose dos años más. Él estará hoy tocando el violín con otros mil niños y jóvenes que están escribiendo historia junto con Sonidos de la Tierra.