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La danza española fue la elegida para homenajear a Toranzos, con varios cuadros, en los que participaron también las alumnas de danza de salón. En tanto, el “Vals de las flores” de Tchaikovsky, con una propuesta de danza clásica, representó a las obras de Esperanza Gill.
Diferentes cuadros de danza contemporánea dieron vida a los peculiares personajes de Migliorisi, mientras que el jazz, con trabajos en líneas rectas y coloridos vestuarios, representaron los cuadros de Burt.
Los tucanes de la obra de Gayet también cobraron vida con una animada danza paraguaya, mientras que para rendir homenaje a Koki Ruiz se realizó una impactante representación de Tañarandy, con estacioneros y la Virgen Dolorosa.