Cargando...
Munro, nacida en Ontario, Canadá, en 1931, se convirtió en la primera canadiense en alzarse con el más importante galardón de la literatura mundial, desde su primera edición en 1901.
En 1976, Saul Below, nacido en Canadá, pero de nacionalidad estadounidense también consiguió el premio.
La Academia de Estocolmo consideró que Munro es una “maestra de la narración breve contemporánea” y elogió “su sutil narración, que se caracteriza por la claridad y el realismo psicológico”.
Munro figuraba desde hace varios años entre los candidatos al Nobel. Los especialistas estimaban que la elegancia de su estilo la convertía en una aspirante muy seria.
El miércoles en la noche se quedó dormida olvidándose que el premio Nobel iba a ser otorgado. Y la Academia sueca se encontró con la grabación de su respondedor telefónico antes de conseguir hablar con ella.
“Estoy terriblemente sorprendida”, pero también encantada, declaró Munro al enterarse que había ganado el premio más codiciado de las letras mundiales.
“Sabía que tenía posibilidades, sí, pero nunca pensé que ganaría”, dijo Munro, que contó a la cadena CBC que fue despertada por su hija, quien le comunicó que el comité del Nobel le había otorgado el premio.
Los temas y el estilo de la autora de “El Progreso del amor” (1986) y “Secretos a voces” (1994), marcado por silencios, y por la presencia de un narrador que explica el sentido de los acontecimientos, le valió ser conocida como la “Chéjov de Canadá”, en referencia al escritor ruso Antón Chéjov.
Entre sus obras figuran, “The Moons of Jupiter” (“Las lunas de Júpiter”, 1982), “Runaway” (“Escapada”, 2004), “The View of Castle Rock” (“La vista desde Castle Rock”, 2006) y “Too Much Hapiness” (“Demasiada felicidad”, 2009).
En 2012, publicó su última obra, “Dear Life” (“Mi vida querida”), que salió en español en 2013 (editorial Lumen).
“Escribe sobre las mujeres y para las mujeres, pero no diaboliza a los hombres”, dijo David Homel, escritor, traductor y crítico literario estadounidense afincado en Montreal.
Es la primera vez, en 112 años, que la academia sueca premia a un autor que solo escribe cuentos. Con Munro, son 27 los escritores en lengua inglesa galardonados. “Sus historias se desarrollan a menudo en ciudades pequeñas, donde la lucha por una existencia decente genera a menudo relaciones tensas y conflictos morales, anclados en las diferencias generacionales o de proyectos de vida contradictorios”, dijo la Academia.